Trabajar 4 días a la semana ¿Trabajar menos para trabajar todos y todas?
La firma de Maria José Romero Rodenas, Catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social

Cadena SER

Albacete
Un tema reciente en la mesa de los debates sociales es el de reducir la semana a 4 días de trabajo, así dicho genera confusión, dudas y malas interpretaciones sobre todo porque no es nada nuevo (el tema se viene enfocando desde la década de los 80) y además, no es un tema exclusivo de nuestro país.
El asunto fue suscitado por el mayor sindicato sectorial de Alemania que anunció el pasado agosto la propuesta como una respuesta a las dificultades que esta provocando la pandemia en la economía, pero también en previsión retos futuros como respuesta a la masiva destrucción de empleo provocada por el coronavirus, resulta una propuesta tan atractiva como controvertida como estamos escuchando en los últimos días evidenciando las dificultades para su implementación. Nueva Zelanda también debate el tema.
Más que centrar el debate en la reducción de la jornada semanal, creo que hay que centrarlo en la modernización del tiempo de trabajo en toda sus extensión y comprensión legal. Debe centrarse en la racionalización del tiempo de trabajo con salarios suficientes y no mínimos.
Y ello porque puede resultar un buen momento, somos testigos como la pandemia ha provocado cambios importantísimos no solo coyunturales sino estructurales en ámbitos y sectores que eran impensable hace uno año.
La modernización del tiempo de trabajo debe de ser analizada en la mesa del diálogo social como un debate de futuro, de modernización no un debate finalista con connotaciones y prácticas perjudiciales para las organizaciones empresariales.
La propuesta ha tenido una acogida desigual, desde la adecuación de la medida hasta la oposición de la patronal, pasando por la división de los expertos y expertas.
Algunos expertos señalan que la semana de 32 horas semanales de trabajo en cuatro días resulta una propuesta viable siempre que se ataje el desigual reparto del tiempo de trabajo.
Destacan la necesidad urgente de corregir la situación normativa por la cual el sujeto empresarial, de forma unilateral, es el que directa o indirectamente distribuye irregularmente la jornada de trabajo. Especial atención merece, a nuestro juicio, el recurso a la intensificación de la jornada de trabajo de personas trabajadoras con un contrato temporal, ya que en estos casos se produce un incremento del tiempo de trabajo que cuenta con controles débiles, ya sea por la autoridad laboral que en sede judicial.
Sin salir de España este debate y aceptación ha sido desarrollado por la Generalitat Valenciana incluyendo en sus presupuestos de 2021 una partida muy importante destinada a subvencionar a empresas que reduzcan la jornada laboral a cuatro días ó 32 horas semanales de trabajo sin que ello comporte una reducción de sueldo para las personas trabajadoras.




