Desmantelada una de las mayores redes delictivas de elaboración y distribución ilegal de whisky
La red de origen hispano-asiático había establecido sus dos principales bases de operaciones en La Rioja, en Jaén y en Campo de Criptana (Ciudad Real)
Operación FUCO en La Rioja. / Guardia Civil
Jaén
La Guardia Civil y la Agencia Tributaria, en una operación conjunta, han desmantelado en La Rioja, Jaén y Ciudad Real, una de las mayores redes delictivas dedicada a la elaboración y distribución ilegal de whisky.
Según fuentes de la benemérita, de haber conseguido introducir clandestinamente toda la mercancía, el fraude cometido por esta red hispano-asiática hubiera superado los 800.000 euros y el daño que ha causado a la marca de whisky falsificada hubiera ascendido a los 3.810.000 euros.
Durante las actuaciones se han intervenido numerosos efectos falsificados que la red delictiva importaba desde China para llevar a cabo su actividad ilícita. Entre la mercancía de la que se ha incautado la Guardia Civil, hay cerca de 300.000 botellas de whisky falsificadas, 171.200 precintas fiscales falsificadas, 18.400 cápsulas y más de 27.000 cajas de cartón con el logotipo de una conocida marca. Además se han encontrado 9.550 litros de alcohol a granel para elaborar el producto fraudulento, 11.200 litros de whisky elaborado y listo para embotellar, así como 36.460 litros de whisky ya embotellado, y documentación relevante para la investigación.
Aunque no se ha podido constatar, los investigadores sospechan que parte de las 300.000 botellas incautadas iban a ser destinadas a abastecer el mercado ilícito de bebidas alcohólicas posiblemente del sur de España.
Las personas implicadas en esta trama utilizaban una persona jurídica vinculada al sector de la distribución de bebidas alcohólicas en La Rioja. La primera base de operaciones, en Ciudad Real, estaba dirigida por un empresario asiático que importaba desde Asia precintas fiscales falsas e importantes cantidades de botellas de vidrio, etiquetas y tapones falsificados. La segunda base estaba situada en La Rioja, donde se encargaban de preparar la mezcla alcohólica y embotellarla. Una vez entraba el material en el territorio nacional, el empresario detenido derivaba las botellas y los tapones a la base de La Rioja, que estaba dirigida por un clan familiar. Seguidamente procedían al envío de las botellas a Ciudad Real donde le colocaban las etiquetas y las precintas, quedando listo para su distribución. Por otro lado, la facción riojana tenía consolidada una línea de distribución en la provincia de Jaén, para la comercialización final de las partidas que tenían previstas remitir.
Paola Serrano
Periodista. Jefa de Informativos de Radio Jaén.