Imputados 8 vigilantes y 5 policías de Gijón por el caso Eleazar, el joven discapacitado que murió en 2019

Gijón

Novedades en el caso Eleazar. La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón ha dictado un auto por el imputa a que ocho vigilantes jurados y cinco policías locales por su presunta relación en la muerte del joven discapacitado a las puertas de estadio de El Molinón en 2019. La jueza considera que los vigilantes jurados pudieron incurrir en los delitos de homicidio imprudente o delito leve de lesiones y delito contra la integridad moral, mientras que a los policías locales les atribuye la presunta comisión de un delito detención ilegal y, a título de comisión por omisión, de los mismos delitos que a los primeros. La familia, a través del tío del joven, ha mostrado su satisfacción. Diego García ha asegurado que "es un día de alivio".

Sin embargo, el abogado de la familia, Marcos García-Montes, presentará un recurso porque hay partes del auto en las que no están de acuerdo. Quieren que se califique como crimen doloso además de contemplar una serie de responsabilidades civiles; en el caso de los trabajadores con sus empresas y, en el caso del Estadio El Molinón, con el Ayuntamiento ya que el campo es de titularidad municipal. García ve una contradicción en hablar de "crimen sin premeditación y lesiones leves".

El auto no es firme y se abre un plazo de diez días para que Fiscalía y acusaciones particulares estudien la información y adopten una decisión que pasa por la apertura del juicio oral, el sobreseimiento de la causa o, excepcionalmente, la práctica de diligencias complementarias.

Los hechos se remontan a 2019 cuando la víctima, con páralisis cerebral, salió del estadio, al que había acudido con su padre, e intentó volver a entrar, siendo interceptado por los vigilantes. Al carecer de la entrada e intentar entrar por una de las puertas se inició un forcejeo con una de las vigilantes que resultó golpeada en el rostro, según se refleja en el auto. Seguidamente, según el relato de la jueza, cuando el joven salía de un local ubicado en los bajos del estadio, fue inmovilizado contra una valla por varios de los investigados, quedando la víctima en posición boca abajo y con las manos a la espalda.

Varios policías locales que se personaron en el lugar delegaron en los vigilantes la reducción del joven, la colocación de las esposas y fue trasladado al centro de salud Parqué Somió, donde, según el auto, fue nuevamente inmovilizado. Sin embargo, el joven, ya sin conocimiento, empezó a convulsionar y entró en parada cardíaca, falleciendo esa misma noche.