El Ayuntamiento no descarta ampliar los cortes al tráfico para instalar terrazas de hostelería

Madrid

Segundo fin de semana en el que coches y viandantes se topan con un vaya informativa advirtiendo del corte al tráfico y de la peatonalización de un tramo de la Calle Espíritu Santo, en el barrio de Malasaña, comprendido entre las calles de la Madera y Corredera Alta de San Pablo.

Se trata de la medida aprobada por la Junta Municipal de Centro que autoriza a cuatro bares de la zona a desplegar sus terrazas en la acera fomentando así la reactivación económica de sus negocios. Durante los cuatro sábados del mes de diciembre, los hosteleros podrán acoger clientes en el exterior de sus bares de 9 de la mañana a 00.30 de la noche.

Ampliar

Una medida que llevan meses reclamando y que ahora celebran pero que llega muy tarde, aseguran. "El invierno no es la mejor fecha para las terrazas, esperamos poder ampliar hasta el mes de septiembre", afirma Ricardo Sáez, propietario de San Wich, uno de los bares beneficiados y miembro de la junta directiva de la Asociación de Comerciantes 'Vive Malasaña'.

Asegura que son los vecinos de esta calle sus nuevos clientes y quienes están ayudando a levantar sus negocios. Sin embargo, entre ellos hay opiniones encontradas. Hay quienes entienden la complicada situación de los hosteleros y apoyan la normativa, incluso cediéndoles alguna parte de sus fachadas para disponer las terrazas si fuera preciso, y quienes temen que la calle se convierta en un zoco después de años denunciando la contaminación acústica que la hostelería provoca. 

Por ello, el Ayuntamiento ha confirmado a la SER que van a estudiar la autorización y comprobar si funciona, teniendo en cuenta indicadores como el ruido, la accesibilidad o la circulación. No descartan ampliar los permisos de cortes de tráfico incluso en otras zonas de la capital. "Si funcionase nos plantearíamos el prorrogarlo siempre y cuando se respeten las condiciones de ruido y la situación de la pandemia", afirma José Fernández. 

Una medida que arroja un poco de luz sobre los hosteleros y los comerciantes del centro que han sufrido grandes pérdidas por el coronavirus y por la falta de turismo.