El Sporting despierta a tiempo para romper su mala racha
Un gol de Djurdjevic premió el abrumador dominio rojiblanco de la segunda parte y sirve para defender la quinta plaza
Gijón
El Sporting puso fin a su bache reciente de resultados con una importante, merecida y sufrida victoria sobre el Zaragoza. Importante porque le sirve al equipo gijonés para defender su quinto puesto, volver a ganar después de tres jornadas sin hacerlo y seguir siendo el único equipo de la categoría invicto en su campo; merecida porque tras una primera parte muy gris el Sporting pasó a dominar por completo el partido, y sufrida porque, dado lo ajustado del marcador, la incertidumbre sobrevoló El Molinón hasta el último instante y porque el único disparo entre los tres palos de los aragoneses llegó ya en el tiempo de descuento. El gol de Djurdjevic hizo justicia.
Al Sporting le costó entrar en el partido. Le costó, concretamente, toda la primera parte. Lo único positivo es que los rojiblancos tuvieron más el balón, pero no tenía mucho mérito porque el Zaragoza, bien plantado en el terreno de juego, se lo cedió. Presionaban muy arriba los maños, generando apuros en la salida de balón del Sporting, hasta el punto de llevar a Diego Mariño a jugar con fuego en su propio área, entreteniéndose con el balón en los pies hasta que le acechó el jovencísimo delantero Iván Azón.
Pasaban los minutos y el Sporting no reaccionaba. Con Manu García arrinconado en la banda y sin apenas intervenir en el juego, Djurdjevic residiendo en el fuera de juego permanente, Aitor García empeñado en disparar desde cualquier lugar del campo con nulo acierto y Gragera muy desacertado en el pase, el Sporting era un equipo ramplón. Tenía la suerte de que el Zaragoza se limitaba a defenderse bien, estar bien posicionado y trabajar defensivamente. Se fueron al vestuario los rojiblancos al descanso con un paupérrimo bagaje ofensivo, limitado a un disparo lejanísimo de Pedro Díaz que rozó el larguero y algún que otro chut lejano. Y además con el susto en el cuerpo, al ver a Manu García retirarse antes de tiempo, tras lesionarse en su más destacada aparición en defensa.
Cuando la sombra del partido frente al Albacete ya empezaba a sobrevolar El Molinón, el partido cambió por completo. El Sporting empezó a meterle ritmo al juego y velocidad a su ataque. Llegaron las ocasiones rojiblancas, pero Cristian Álvarez agrandó su figura para detener primero un disparo de Aitor García y después, todavía con más mérito, responder brillantemente a un derechazo a bocajarro de Gaspar, que había entrado sustituyendo a Manu García. La jugada fue bonita: un centro de Saúl García (muy destacado en este partido) que Djurdjevic cede de cabeza al canterano, que dispara durísimo aunque centrado. El portero lo repelió y Aitor García, que llegaba desde atrás, mandó el rechace a las nubes.
Más espectacular aún fue la acción del gol. Pedro Díaz hizo en el centro del campo una espectacular ruleta, cediendo la pelota a Gaspar, que abrió el balón para que Saúl García, casi desde línea de fondo, centrara raso al área. Esta vez sí estaba allí Djurdjevic para, entrando con todo a ras de suelo, batir (por fin) a Cristian Álvarez por debajo de su cuerpo. Noveno gol del serbio, objeto permanente de debate, pero a cuyos números goleadores solo queda rendirse. Con David Gallego y su cuerpo técnico trabajando a destajo con él, el delantero del Sporting está protagonizando su mejor temporada en Gijón.
Quedaban quince minutos y solo lo apretado del marcador provocó que el partido tuviera emoción, porque el Zaragoza apenas tuvo capacidad de reacción, salvo un flojísimo disparo de Javi Ros en el minuto 93; el único tiro a puerta del equipo maño en todo el partido.
Para ganar, el Sporting tuvo que pagar un caro peaje: las lesiones de Manu García y Babin y otros cuantos tocados en el parte de guerra. Pero mereció la pena, porque después de dejarse dos puntos en casa ante el colista, un equipo con aspiraciones no puede permitirse repetir la historia contra el penúltimo.
Desde la quinta plaza y con el alivio de haber ganado de nuevo, el equipo gijonés afrontará el partido de Copa del Rey del miércoles. En mente de todos, que no se repita el desastre de Zamora de la temporada pasada. Una de las gestas del proyecto definitivo de Miguel Torrecilla, que ayer desde el mismo palco donde se sentó tantas veces para ver al Sporting perder o jugar sin ningún asturiano en el once tuvo que sufrir al actual, uno verdaderamente competitivo y plagado de canteranos de esos que él utilizaba para gastar poco dinero y liberarlo para fichajes de esos de los que nadie se acuerda, al menos no para bien. Él quizás tampoco, erigido ahora en gran defensor de la cantera. Superada esa etapa tenebrosa, ahora el Sporting compite e ilusiona.
David González
Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de SER Deportivos Gijón y voz de los partidos del Sporting...