El Supremo avala los proyectos fotovoltaicos separados siempre que sean instalaciones independientes

Valladolid

El Tribunal Supremo rechazó en 2013 el recurso de la Sociedad Española de Ornitología contra una decisión idéntica de la Junta que dio luz verde al proyecto de tres plantas eólicas de un mismo grupo empresarial.

El alto tribunal dijo entonces que los tres parques de Eólica de Medinaceli eran "autónomos e independientes con capacidad de funcionamiento separada" y que, al no superar los 50 megavatios de potencia ninguna de ellas, su tramitación podía sustanciarse ante la administración autonómica. Los recurrentes entendían que al sumar juntas más de 50 megavatios, los expedientes debían tramitarse ante la Administración General del Estado.

La sala de lo contencioso-administrativo rechazó que la separación de las plantas por parte de un mismo grupo empresarial busque "un resultado fraudulento, sino que viene determinada por un uso racional de las posibilidades de explotación ofrecidas por el terreno". A ello hay que sumar "los efectos sinérgicos de los mismos desde el punto de vista del impacto medioambiental". Una cosa es, concluye la sentencia, "que los distintos elementos e instalaciones de un parque deban tener una consideración unitaria y otra que ello impida que puedan existir parques próximos".

Tal y como les ha adelantado la Cadena SER, la Junta ha rechazado tramitar expedientes similares de tres grupos empresariales en Valladolid. El Gobierno regional esgrime otra sentencia del alto tribunal para justificar su decisión, aunque las empresas sostienen que no es de apolicación a este caso. El Supremo impidió a Gamesa tramitar en dos expedientes separados su proyecto eólico porque ya había iniciado el proceso como uno solo y trató de cambiar las reglas a mitad del partido. El alto tribunal dijo en ese caso que no estábamos ante instalaciones autónomas e independientes porque ambos parques"tenían elementos comunes y estaban integrados en un único edificio de control". Es más, recordaba la sala, Gamesa llegó a pedir un informe de impacto ambiental por cada una de las dos instalaciones, en vez de haber pedido dos, siendo como decían que eran instalaciones independientes.