No perdamos la ilusión

Alcoi

Parecía imposible, pero hemos llegado a diciembre. Último mes de un año digno de olvidar.

Llega el momento de hacer balance del año. Sinceramente. No creo que el 31 de diciembre de 2019, al brindar por el nuevo año, nadie pudiese imaginar el añito que nos esperaba. Un año lleno de aplazamientos y desilusiones: representaciones teatrales, exposiciones, abrazos, besos, viajes y mil sueños más aplazados. Aplazados porque tarde o temprano los haremos realidad, vaya que los haremos realidad.

También es mi última columna del año, así que voy a aprovecharla para hablar de la Navidad, una extraña Navidad, pero Navidad al fin y al cabo. Se nos llama a la responsabilidad, pero también tenemos el deseo de compartir momentos con la familia.

Este año echaré de menos tener la casa llena durante la Cabalgata, pero no podemos perder la ilusión. Mi casa ya está adornada: arbolito de Navidad; chimenea para Papá Noel, porque aunque en Alcoy somos más de los Reyes Magos, si Papá Noel quiere traer algún regalo no vamos a hacerle el feo de no aceptarlo. Y como protagonista de estas fiestas: el BELÉN.

Un Belén lleno de recuerdos de mi niñez, aquellos tiempos en que se podía coger musgo de la Font Roja, montaje familiar, risas y alegrías. También con elementos nuevos, que en la medida de lo posible me gusta crear: casas, palmeras, cuevas y montañas. Este año, estrenamos muralla.

Si todos los años se echa de menos a los que no están, este año aún se les añorará más.

Pero, no perdamos la ilusión. Seguimos en Adviento, y como dice la canción: Preparemos el camino, despertando los sentidos, abre de una vez tu portal. Dejemos que la ilusión y la esperanza llenen nuestros corazones.

Y, por favor, que nadie llore porque termina el 2020.

FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2021.