La CHE actuará en los ríos Ega, Zidacos y Araquil para evitar inundaciones
Las localidades afectadas reciben con alegría la noticia para que no se repitan inundaciones como las de otras ocasiones
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Ayudas de la Confederación Hidrográfica del Ebro para mejorar los entornos del Ega, Zidacos y Araquil (16/12/2020)
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Pamplona
La Confederación Hidrográfica del Ebro va a realizar actuaciones para la adecuación del río Ega para reducir los riesgos de desbordamientos en situaciones de crecida. Las actuaciones se realizarán en las localidades Cabredo, Genevilla, Ancín, Igúzquiza, Allín, Marañón, Mendaza, Estella, Cárcar y San Adrián en Navarra.
El concejal de Servicios del Ayuntamiento de Estella, Jorge Crespo, reconoce que han recibido con alegría la noticia: "Es un apoyo importante porque desde el Ayuntamiento ya estábamos planificando actuaciones similares, no sabíamos que la CHE estuviera trabajando en ello y nos va a venir muy bien, la verdad".
Los trabajos se llevarán a cabo en tres meses e incluyen la retirada de tapones, la restitución de erosiones en los márgenes de la ribera y la eliminación de obstrucciones lineales que puedan provocar afecciones a la sección de desagüe, aumentando así el riesgo de desbordamientos y daños en futuras crecidas.
Además se hará un repaso general del cauce desde Bernedo a San Adrián para la retirada de restos vegetales que puedan obstaculizar el desagüe del río.
La alcaldesa de Pueyo, Charo Guillén, también reconoce su alegría debido a que "desde las anteriores inundaciones no se han arreglado ciertas cosas".
Además, la confederacion hidrográfica del ebro hará trabajos de recuperación de la capacidad de desagüe de los ríos Araquil y Zidacos, trabajos que respetarán la vegetación de ribera y plantarán especies autóctonas para crear zonas de umbría.
El objetivo de la intervención es solucionar los problemas que ocasionan las obstrucciones en la sección de desagüe.
En la Ribera, desde la UAGN, señalan la dejadez que sienten en este asunto por falta de acción a la hora de cuidar los cauces.
El proyecto consiste en la retirada de maleza, vegetación y otros restos sólidos que impiden el correcto curso del agua en una franja de hasta cinco metros a cada lado del cauce.
Estas actuaciones se realizarán de manera selectiva, eliminando la vegetación muerta, y también engloban la retirada de tapones que están en medio del cauce y que obstaculizan el paso natural del agua, así como árboles caídos o con riesgo de caída que pueden llegar a generar un tapón.
