El bueno, el feo y el malo

León

El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, pone toda su voluntad para meterse en todos los charcos que su azarosa vida política le ofrece casi a diario: polémico, exagerado, deslenguado. Una suerte para el presidente Mañueco que así disfruta de una apacible estabilidad emocional. Tanta, que no le ocurre nada hasta cuando regala un salario público de asesor a Ignacio Cosidó. Como él, miembro del OPUS DEI, Cosidó vio de este modo aliviado su problema laboral. El judicial por el caso Kitchen no está al alcance de este presidente.

Así pues, mientras Mañueco sestea, Igea entretiene a una oposición a la que le gusta perder el tiempo en confrontaciones estériles para los ciudadanos que llevamos padeciendo desde hace más de treinta años los recortes en políticas sociales, sanitarias y educativas por parte de los gobiernos conservadores.

Pablo Fernández,la cara oculta de Podemos en la Comunidad, y al que le gusta jugar al llanero solitario cabreado o muy cabreado, vino a León para rentabilizar la foto con la reivindicación de la memoria histórica en torno al campo de concentración del actual Hostal de San Marcos. Uno de los muchos lugares de la provincia, donde el franquismo prolongó el dolor y la muerte durante y después de terminada la guerra civil.

El procurador de Podemos no encontró mejor modo de honrar a las víctimas que calificar repetidamente de fascista al vicepresidente Igea. La ira que le debe provocar este caballero no justifica manosear este término tan doloroso para los que padecieron de verdad las consecuencias de los fascismos.

El trio de ases lo completa el alcalde de León, el leonesista José Antonio Díez. La recomendación del vicepresidente pidiendo colaboración municipal para evitar las aglomeraciones en algunos puntos de la ciudad, algo de sentido común venga o no venga de Igea, también le pone la cosa. Se le hincha la vena y dispara contra el muñeco de esta feria de tuertos.

El día que falte este señor de Cs no sé qué será de esta oposición de trapo que suma papeletas para darle al PP, la próxima será con Vox, otros treinta años de gobierno.