Decapitados

Jerez de la Frontera

Se marcha un año prescindible.

Un año amargado por el virus y sazonado por el odio que algunos pretenden implantar.Un año de virus, odios e idiotas.

Somos aproximadamente 80.000 menos.Cuenten hasta 80.000 y verán.Cada número que cuenten tiene una historia, una familia, un rostro, un nombre y apellido. Aunque no los sepamos.

Dos de ellos son mis más inmediatos vecinos. Muy queridos.

Ambos pasaban holgadamente de los 70.

Ella padecía Alzehimer galopante. Ya ni conocía. Él vendió su modo de vida para cuidarla.

Ella tuvo un percance menor. Hospital e ingreso.

Su compañera de habitación tosía mucho. COVID.

Ella da positivo y muere.

Él, por cuidarla, también positivo. Tos y fiebre. Muere días después. Cuando ya todos creíamos que escapaba.

Una familia, como miles, decapitada.

Y escribo esto por si algún despistado o desaprensivo abre los ojos ante el virus, ante el odio y ante la idiotez.