Las personas mayores en Navidad

Palencia

Estamos en unas fechas especiales y a pesar de que este año no debemos ni podemos hacer celebraciones masificadas, hoy quiero recordar y hablar de la situación de las personas que están en residencias y centros especiales.

Hemos oído muchas veces la catástrofe de las muertes en la primera ola y también en esta segunda ola en estos centros. Hemos escuchado la dureza de la vida de estas personas mayores, separadas de su familia, viviendo un aislamiento o un "secuestro", sin salidas, sin visitas hasta la resolución del tribunal superior de justicia, con tristeza sin entender lo que pasa y en muchas circunstancias pensando que la familia se ha olvidado de ellas y les hemos abandonado.

Pero hoy voy a centrarme en el desorden, el descalabro que tiene la Junta en relación con la normativa, que ha llevado a que cada centro está haciendo lo que "quiere" sin que los Servicios Sociales intervengan.

Hay residencias que permiten las salidas y los paseos, hay residencias que tienen 1 visita diaria de 1 hora de duración y hay residencias que tienen una visita semanal de 15 minutos, sí, como lo oyen, todas estas cosas se dan en las residencias de nuestra ciudad y mientras los responsables de regularlo, la Gerencia de servicios sociales, mirando para otro lado y sin asumir su responsabilidades. Claro que también hemos conocido que tienen 4 inspectores para toda la región. Con esto entendemos mejor la situación de caos en las residencias.

La esperanza de vida en nuestro país es una de las más altas del mundo, pero ¿podemos decir lo mismo de la calidad de vida de las personas mayores?.

Este año más de 51.500 personas han fallecido en la lista de espera de la dependencia sin llegar a cobra la prestación.

Pero estamos en Navidad, es muy posible que por la edad o por enfermedad muchas personas sea esta su última celebración de estas fechas y quiero hacer un llamamiento a la Junta para que extreme la vigilancia y el control de las residencias siempre, pero en especial en estas fechas para que extremen la atención y apliquen con generosidad el buen trato, la empatía y sobre todo el cariño.

Son la generación que vivió la guerra, la posguerra y el franquismo, se merecen cariño y dignidad.