Hermannsson lleva a la victoria a un Valencia Basket en plan montaña rusa
El equipo taronja logra su décima victoria en Euroliga (balance 10-6) en un partido que apuntaba a victoria placentera pero con susto del Khimkhi remontando 20 puntos de desventaja en el tercer cuarto; el islandés y Williams, los mejores
Valencia
Fue el director deportivo taronja, Chechu Mulero, el que dijo la frase hace dos semanas en nuestro SER Deportivos Valencia: "Nuestro equipo es muchas veces una montaña rusa, entre partidos y en un mismo partido". Y bien podría aplicarse esta teoría al duelo ante el colista de la Euroliga, que se resolvió con solvencia al final, pero con un susto en el tercer cuarto que llevó unos nubarrones a la Fonteta que, afortunadamente, luego desaparecieron, para dejar al Valencia Basket en una condición notable a punto de llegar al ecuador de la Euroliga, quinto con diez victorias y seis derrotas.
Salió bien plantado el Khimki y todo apuntaba a partido igualado, como quedó de manifiesto el primer cuarto (16-13), con Vives y San Emeterio tirando del equipo taronja y McCollum y Jerebko del equipo ruso. Esto es lo que parecía. Hasta que los locales se subieron a la montaña rusa... En este caso, en tramo placentero.
Fue mediado el segundo cuarto, cuando el Valencia Basket apretó el acelerador, se puso en plan rodillo y las estrellas taronjas dieron un recital ofreciendo lo mejor de sí mismos. Williams anotando para la foto, Dubi sumándose a la fiesta e incluso Pradilla, que había cumplido en los primeros minutos con su habitual rol de 'pastilla de encendido', rubricaba una de tantas jugadas espectaculares. Con 16 puntos de ventaja taronja llegó el descanso: 45-29.
El tercer cuarto arrancó con la misma tónica hasta que llegó el momento en el que el Valencia Basket apretó el botón de stop (o stand-by) y dio alas al equipo ruso, que liderado por McCollum, aprovechó el envite para reducir 20 puntos de desventaja hasta sólo 5, pasando de un holgado 51-31 a un apretado 55-52. Hermannson, con una canasta y un robo que acabó en asistencia a Van Rossom, pudo maquillar el apagón taronja, para despedir el tercer cuarto con una ventaja de siete puntos: 59-52. Se allanaba el camino tras un nuevo tramo de montaña rusa en este caso menos placentero, más bien de vértigo y susto.
El base islandés iba a ser el gran artífice de mantener a los locales por delante, seguido muy de cerca por Williams, ofreciendo su cara 'a', la buena, no como en otros partidos en los que se espera mucho de él y suspende casi por incomparecencia. Pero esta vez los dos mantuvieron a raya a los rusos. Sumándose al quinteto en los minutos definitivos un recuperado Joan Sastre, que hasta encestó. Lo que provocó una alegría en el banquillo taronja que se puso de pie, por unanimidad, conscientes de la importancia de sumar ya para la causa al de Inca.
Chimo Masmano
Redactor de Deportes en Radio Valencia