La vacuna, un pellizco y un pinchazo de esperanza

Zaragoza

Emilia Nájera, Manuel Cebolla, y Carmen García son los primeros mayores que se han vacunado y lo han hecho con una fuerte convicción, "tenemos que vacunarnos para curarnos del bicho" decía Emilia, una residente de 80 años que vive en la residencia Romareda desde hace 12 años. También dos trabajadores María Sanz y Fernando Artal han iniciado la vacunación en la plantilla.

La residencia Romareda ha acogido este domingo el momento más esperado de 2020, el inicio de la vacunación que ha estado cargado de emoción y de tristes recuerdos por todo lo vivido.

En este primer día se administran las primeras dosis entre los residentes y los trabajadores de Romareda, en el Asilo San José de Teruel y en la de Barbastro, la residencia Somontano. Mañana continuará la campaña.

Todo comenzaba a primera hora de la mañana con la llegada de 63 viales, son 315 dosis.  Se han almacenado y distribuido desde el Hospital Clínico donde se almacena la vacuna, después se ha distribuido. La ilusión y la alegría, ha sido patente a las puertas de la residencia donde, Cristina Serrano, directora de la residencia Romareda recordaba que "el año 2020 ha sido durísimo para las residencias de mayores, de verdad que lo hemos pasado muy mal" decía al referirse a las vidas perdidas, al aislamiento

Cada semana llegarán 12.000 dosis, los lunes se planificará y se vacunará hasta el viernes. El 93 % de los mayores ha dicho si, también el 80 % de las plantillas de estos centros, a mediados de enero se ampliará a otros colectivos una vez que se autorice la administración de la vacuna del Laboratorio Moderna.

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Cada lunes se planificará la semana, los viernes se utilizarán para administrar las dosis que no se hayan inyectado para evitar así, que se desperdicie ninguna ya que tienen una caducidad, una vez descongeladas, de 5 días. Habrá suficientes vacunas decía la consejera Sira  Repollés que insistía en que es segura