Control de acceso en Castaños y vigilancia en playas y partidas rurales para evitar contagios en Nochevieja

Alicante

Plan antibotellón y controles de alcoholemia, además de un refuerzo de la vigilancia de fiestas particulares y un plan para el control de las aglomeraciones. Son algunas de las medidas que ha preparado el Ayuntamiento de Alicante dentro del dispositivo especial de seguridad para el 31 de diciembre. Un plan en el que participarán cerca de 300 efectivos de la Policía Local y voluntarios de Protección Civil, en coordinación con la Policía Nacional y la de la Generalitat, para evitar que se disparen los contagios de COVID-19 en Nochevieja.

Y es que, al igual que ya hizo ayer el presidente autonómico Ximo Puig, el alcalde Luis Barcala se muestra preocupado por los últimos datos sobre la incidencia del virus y pide a la ciudadanía la máxima prudencia a la hora de celebrar el fin de año.

El dispositivo especial de seguridad ha preparado un refuerzo de la vigilancia en viviendas particulares para evitar celebraciones de más de seis personas, pero no solo en la ciudad, sino también en las partidas rurales. Y es que las autoridades están avisadas de un incremento de alquiler de chalés y fincas privadas para fiestas particulares.

Pero además, la principal novedad se dará en el centro de Alicante. El Ayuntamiento ha establecido un control de acceso a la calle Castaños para evitar aglomeraciones. Solo se podrá acceder a través de la calle del Teatro y de la calle Bailén y los agentes impedirán el paso de personas si detectan una elevada concentración. También se reforzará la vigilancia policial en El Barrio y en la zona de playas, especialmente en la avenida Costa Blanca, Historiador Vicente Ramos y en el entorno del Golf.

Este dispositivo especial se extenderá desde las diez de la mañana hasta la medianoche.