Las nuevas Bescam asumen competencias policiales completas
Estos agentes además de garantizar la seguridad ciudadana, protegerán a colectivos vulnerables combatiendo el acoso escolar, la violencia de género y los delitos de odio
Efectívos de la Bescam en un acto en Móstoles / Ayuntamiento de Móstoles
Madrid
El Gobierno regional ha decidido modifica en profundidad la estructura administrativa de las denominadas Bescam, las Brigadas de Seguridad Ciudadana de la Comunidad de Madrid.
Las Bescam surgieron en el gobierno de Esperanza Aguirre con una fuerte polémica porque la entonces Presidenta podía estar vulnerando el Estatuto de Autonomía ya que Madrid no tiene competencias en materia de seguridad ciudadana.
Años después, se ha impuesto una realidad policial que apoya a los 179 municipios madrileños porque hay más agentes en la calle y porque no ha disparado los costes de las arcas municipales.
De hecho el nuevo sistema, denominado con el acrónimo de Esicam179, Estrategia de Seguridad Integral, parte con 74 millones de presupuesto para el próximo año. Pero en 2024 la inversión habrá llegado a los 300 millones.
El Esicam179 nace con cambios profundos para mejorar el despliegue de esas brigadas. Se crea un Centro de Coordinación Municipal que controlara ese despliegue y se posibilita la realidad de que varios municipios puedan compartir el mismo cuerpo de seguridad.
Como ha explicado Enrique López, consejero de Justicia, Interior y Víctimas esta estrategia “nace con la vocación de hacer realidad una concepción transversal de la seguridad tras la experiencia de haber gestionado la pandemia del COVID19, una crisis sanitaria sin precedentes, que ha sido también una prueba de fuego para nuestro modelo de seguridad y de protección civil”.
Para el Consejero de Justicia hay que afrontar los retos de la nueva delincuencia y “con la nueva Estrategia de Seguridad Integral de la Comunidad de Madrid nos preparamos para afrontar desde el ámbito de la seguridad las amenazas y retos de un mundo cada vez más globalizado definido por las crisis sanitarias, las acciones del terrorismo internacional y el crimen organizado y los ataques informáticos”.
