Rodri, el último juvenil en tirar el muro

León

Idiakez se disfrazó de Rey Mago y entregó a la afición ese tipo de regalos tan preciados entre el culturalismo. El público acabó coreando el nombre de un canterano.  En una decisión histórica, le dio los galones al juvenil Rodrigo Suárez para saltar al ruedo ante un toro de Primera y formar parte de una llamativa modificación técnica donde Rodri tenía cabida. Era el premio a su esfuerzo, al carácter competitivo mostrado desde que a la vuelta de las vacaciones el técnico decidiera tirar de varios canteranos. Y ninguno como el joven central le llamó tanto la atención hasta el punto de dar el paso que otros colegas negaron a la cantera.

Con 18 años recién cumplidos (14/11/2002), Rodri, que se incorporó al club en edad cadete procedente del CF Peña, se unía a la nómina de aquellos futbolistas juveniles capaces de derribar el muro, pero pocos pueden presumir de hacerlo en la alineación inicial y frente al Granada CF contra el que jugó casi sesenta minutos midiéndose a Jorge Molina, entre otros. Ha pasado casi una década desde la última alegría en el seno de la Academia.

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Javi Ferrero fue el anterior juvenil en ascender de golpe al equipo principal de la Cultural. Con 17 años y un mes formó parte del equipo que en el epílogo de la campaña 2010/11 se despedía de la Segunda División B. Ni Ferrero, que disputó los minutos finales del Lemona-Cultural (3-3), ni el resto de compañeros imaginaban que fechas después se produciría el descenso administrativo que lo cambió todo. Ferrero salió rumbo al Puente Castro, luego militó en el CD La Virgen del Camino y con 20 años colgó las botas.

Esa misma temporada el portero leonés Óscar Martínez con 17 años, tres meses y tres días, se convirtió en el arquero de emergencia cuando en un Mirandés-Cultural el argentino Cruxat vio la tarjeta roja a las primeras de cambio. Ausente Calzado, "Kuny" debutó de forma inesperada. No recibió una segunda oportunidad. La amargura del descenso en los despachos cogió con el pie cambiado tras consolidarse en el equipo a Víctor Díaz "Viti", que salió del club hasta su vuelta a la Segunda B dos años después. El luego capitán aún recuerda el 11 de mayo de 2008 cuando, con 17 años, un mes y tres días, cumplió el sueño en el Reino de León (también frente al Lemona). Jugaría 182 partidos más, incluida la Segunda División.

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El lateral leonés había cogido el testigo de David Bandera, otro ejemplo de precocidad, que se ganó desde la pretemporada la confianza de Antonio Gómez para, a pesar de sus 17 años, seis meses y veintiseis días, hacerse con un hueco en el equipo y estrenarse en la tercera jornada contra el Valladolid B. En esa misma liga 06/07 jugó cinco veces más con los mayores. En el largo mandato de Miguel Ángel Álvarez Tomé tomó la alternativa el prometedor delantero de la base Diego Cascón, que aprovechó las bajas y a sus 18 años, ocho meses y nueve días salió del banquillo en el feudo del Corralejo canario en el invierno de 2003. Dos años después se confirmó como estilete llegando a marcar 12 goles en su mejor temporada (2006/07) vestido de blanco.

Había pasado una década del último alumbramiento de la cantera en la que destacaba Santi Carpintero, al que promocionó Manuel Tomé con 17 años, dos meses y veintinún días. Sus dieciocho minutos en Mareo (19 de diciembre de 1993) resultaron los últimos en la Cultural, ya que meses después fichó por el Real Oviedo iniciando una dilatada y brillante carrera deportiva fuera de su tierra.

Son los frutos que la factoría culturalista, en muchas ocasiones denostada, dio en su etapa más reciente. Ahora Rodri es la gran esperanza de la entidad. Un ejemplo de su apuesta es el anuncio a bombo y plantillo de su renovación hasta 2024 como líder del rutilante cuadro juvenil que está maravillando en su reaparición en la División de Honor. "La escalera se la pone cada uno. Cuanto más trabajes, más rápido la subirás", declaró recientemente en Radio León el defensa, que a partir de ahora continuará entrenando a las órdenes de Idiakez, aunque jugará con el juvenil.