El Deportivo destituye a Fernando Vázquez y firma a De la Barrera

El Deportivo ha rescindido el contrato de Fernando Vázquez tras la derrota de ayer en Zamora. El de Castrofeito ha dejado de ser el entrenador del equipo luego de un partido en el que el equipo dio una pobre imagen y al que acudió lastrado por las ausencias.

Ahora todo apunta a que será Rubén de la Barrera el encargado de dirigir al equipo, un técnico con un estilo y metodología radicalmente distinto al de su predecesor. El joven entrenador coruñés, tiene 35 años, ha dirigido con anterioridad a Villaralbo, Valladolid B, Guijuelo y Cultural Leonesa, siendo además asistente en la Real Sociedad.

El balance

Fernando Vázquez deja el banquillo tras dos derrotas consecutivas y con un bagaje discutido en cuanto a juego. La temporada del Dépor tiene una constante: la sensación de que el equipo es incapaz de controlar los partidos. El juego de los coruñeses no parecía tener un patrón definido y los problemas en ataque han sido un quebradero de cabeza. Pese a todo, el arranque del equipo fue bueno, mostrándose sólido en defensa y siendo uno de los conjuntos invictos en la categoría. En los dos últimos encuentros, ante Celta B y Zamora, el equipo perdió la fortaleza defensiva, encajando dos derrotas consecutivas.

El listón de la exigencia del Deportivo en la categoría de bronce es alto. Los herculinos son el presupuesto más amplio de la categoría y semana a semana se enfrentan a rivales con unos números muy diferentes de los que se manejan en Plaza de Pontevedra. Sin embargo, el rendimiento de muchos de los jugadores de la plantilla ha sido decepcionante. Beauvue, Lara, Nacho González, Miku o Rui Costa no han demostrado nada desde su llegada a la ciudad. Al equipo le faltan argumentos en ataque. Algunos de los futbolistas que en algún momento han mostrado destellos de calidad también han sido algunos de los más castigados por las lesiones.

En su primera etapa, el de Castrofeito cogió al equipo a mitad de la temporada 2012-13 y no pudo evitar el descenso, pero el siguiente curso lo devolvió a Primera. Tras su marcha en 2014, regresó a A Coruña en diciembre de 2019 con el objetivo de evitar una nueva caída del club, esta vez a Segunda B, algo que finalmente no consiguió impedir en un final polémico por el partido aplazado ante el Fuenlabrada por los casos positivos de coronavirus.