Dos años de la desaparición y rescate de Julen en Totalán

Málaga

Este miércoles se cumplen dos años desde que el pequeño de dos años Julen Roselló cayera a un pozo de 21 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en la localidad malagueña de Totalán. Se inició entonces una operación de rescate inédita que movilizó a más de 300 personas durante 13 días. Ya puedes escucharlo.

El 13 de enero de 2019, domingo por demás, David Serrano, condenado por la muerte del pequeño, junto a su pareja y la hija menor de ambos invitó a José Roselló, su pareja Victoria García y su hijo Julen a pasar un día en la finca de Totalán.

En un momento dado Julen comenzó a correr por una zanja hasta que se precipitó en el pozo de sondeo de agua abierto en la finca. Una caída libre de más de 70 metros; quedó sepultado bajo la tierra que arrastró en el descenso. A partir de ese momento se puso en marcha una operación de rescate inédita en España.

Participaron más de 300 personas, 60 empresas de toda España, se desmontó una montaña y se movieron en 12 días más de 40.000 toneladas de tierra.

Para llegar a Julen fracasaron varios intentos iniciales. La solución final que adoptó el equipo de doce ingenieros que dirigió el rescate fue excavar un pozo paralelo al de Julen y desde ahí una galería para conectarlos.

Una lucha de la ingeniería contra la naturaleza y con el tiempo en contra. Roca dura para excavar, pozos inestables. Materiales, ideas, ayudas llegaron de toda España. Se inventó maquinaria expresamente para recuperar al pequeño. Voluntarios asistían a los rescatadores. España pendiente de Julen. Medios de comunicación de todo el mundo cubren el suceso. Al principio esperanza de encontrar al pequeño con vida conforme pasaban los días en la recuperación del cuerpo.

A la una y veinticinco minutos del sábado 26 de enero tras dos días de excavación a mano por la Brigada de Rescate Minero de Asturias, era localizado el cuerpo sin vida de Julen. El pequeño falleció durante la caída por un golpe en las vértebras.

Un año después del suceso David Serrano, el dueño de la finca, fue condenado a un año de prisión por delito de homicidio por imprudencia por no tapar el pozo por donde cayó Julen ni avisar del peligro. Debía pagar 180.000 euros a los padres del pequeño y 664.000 a la Junta de Andalucía por el coste de las labores de rescate.