Vecinos incomunidados en casa mientras que la solidaridad sale a la calle tras el temporal Filomena

Madrid

Filomena está dejando un rastro de nieve que, aunque deja movimientos vecinales solidarios, ha puesto a ralentí a todo Madrid incomunicado, incluso, a algunos de sus vecinos.

Es el caso de Rosa Sainz de San Martín de Valdeiglesias quien, desde el pasado viernes, ha estado atrapada en su propia casa por la nevada. Pese a que las quitanieves ya han pasado, permanece una capa de hielo que les impide -a ella y su marido- salir de la vivienda.

El mayor miedo para Rosa es el cuidado de su marido, enfermo de alzheimer: “se nos están acabando los medicamentos”, contaba. Su hijo no podrá visitarles por la situación y el trabajo en la ciudad hasta el próximo viernes. Tampoco puede la empleada del hogar que les ayuda a diario, pero por suerte, algunos vecinos de pueblos cercanos ya saben de su situación y han podido acercarles algo de comida.

Sin embargo, no hace falta salir de la propia ciudad de Madrid para encontrar más casos de vecinos incomunicados. Balbina vive en el barrio del Pilar donde los vecinos de una pequeña calle, de no más de 30 viviendas, no pueden salir de casa por el metro y medio de nieve que tienen a las puertas. “No ha pasado nadie”, denuncia Babina, “ni siquiera ha pasado un 4x4 para hacer un poco de camino”.

Mientras, las historias de solidaridad siguen apareciendo tras la tormenta. Hablamos con el chef Olivié Bellerch que forma parte de la ONG del Chef José Andrés. Ellos, junto a la colaboración de particulares con 4x4, están llevan a lugares como la Caña Real, hospitales o centros de mayores comida caliente, ensaladas o bocadillos que preparan en el mercado municipal de Santa Eugenia en Vallecas.