Sergio Gómez (Concapa): "Sería más lógico aplicar la normativa actual de prematrícula"

Pamplona

El anuncio que este pasado miércoles hizo en la SER el consejero navarro de Educación, Carlos Gimeno, de retrasar el plazo para iniciar el periodo de prematrícula ante el próximo curso escolar no ha gustado a la Confederación católica de padres de alumnos, Concapa, que entiende que "se va a retrasar todo el proceso bastante". El portavoz de esta organización en Navarra, Sergio Gómez, explica que Navarra viene desarrollando sus propios procesos de admisión y su normativa desde hace muchos años y en diciembre el Consejo Escolar aprobó su última normativa" sobre este aspecto. "Si ahora hay que volver a pasar por el Consejo Escolar y hacer toda la tramitación, mucho me temo que nos va a retrasar bastante cuando lo más lógico sería aplicar la normativa que estaba en vigor al empezar el año y no acompasarla ahora de una manera precipitada".

Sergio Gómez rechaza los criterios primordiales en los que se basará el baremo para prematricular en un centro u otro y que han sido anunciados por Carlos Gimeno: la cercanía al domicilio, al puesto de trabajo de los padres o tener hermanos en el centro. La respuesta del portavoz de Concapa es que "la libertad educacional de los padres no debe depender del código postal sino, primero, de su propia voluntad y, segundo, de la coincidencia o no con el ideario del centro. Que el código postal esté por encima de la intención de los padres nos parece que es un ataque más a la libertad dentro del retroceso en las libertades educativas que estamos viviendo".

En cuanto al reparto equitativo del alumnado con necesidades educativas especiales entre la red pública y concertada, defiende Gómez que "es un hecho que ya está repartido, pero se puede avanzar quizá favoreciendo que aquellos centros -sean de iniciativa social o sean de iniciativa gubernamental- que tengan una mayor querencia por las familias, dispongan de más líneas y más medios" con independencia de su naturaleza pública o concertada. "El problema es que la gente no puede ir a donde quiere estudiar y al final por pura norma tienen que obligar qué ratio de alumnos con necesidades educativas especiales tiene que haber en cada centro, pero la solución está en atender la verdadera oferta y demanda de los padres a la hora de matricular a sus hijos".