Más de tres años con el Centro de Medicina Deportiva cerrado para el público
El ayuntamiento decidió clausurar el servicio en septiembre de 2017 y actualmente está gestionado por la Universidad del País Vasco. Apenas tiene actividad
Vitoria
El Centro de Medicina Deportiva de Mendizorroza ha perdido todo el pulso que tuvo hace años gracias al proyecto encabezado por el prestigioso traumatólogo Juan Gandía. Llegó a disponer de un médico contratado por el ayuntamiento y cuatro enfermeras además de una empresa concesionaria con dos fisios (a media jornada cada uno porque eran labores de nueve horas diarias), un enfermero y un médico. Ese segundo licenciado pasaba consulta dos o tres veces por semana. Juan Luis Zunzunegi (tristemente ya fallecido), Manu Goienetxea (actualmente jubilado) o Javi Barrio (en la actualidad galeno del Alavés) pasaron por esos trabajos, dejando un gran sabor de boca en todos los usuarios. Se hacían reconocimientos médicos, tratamientos post-quirúrgicos y pruebas de esfuerzo entre otras muchas cosas.
En la instalación había máquinas de electroestimulación, láser, tres de ultrasonidos, otras tres de corrientes varias de tipo interferenciales o de alto voltaje. Había ondas de choque o microondas, eso en cuanto a electroterapia. También se disponía de máquinas de rehabilitación como bicicletas estáticas, remo, mancuernas, banco de cuádriceps e isquios, press banca, prensa, elíptica, gomas de potenciación y poleas. Los usuarios mantuvieron la instalación en los últimos años pagando 60 euros al mes por la utilización del servicio. Y más si no eran abonados a las instalaciones municipales.
Un referente nacional en labor de prevención y actuación tras lesión en todo el Estado, quedó en agua de borrajas por la cerrazón de los responsables municipales, con Mikel Hoyos al frente del departamento. Ahora Mendizorroza está vinculado a la Universidad del País Vasco, no genera una sola ganancia y tampoco es que tenga una actividad frenética. En sus tiempos dorados, los mejores deportistas de la ciudad entrenaban allí, se recuperaban sus lesiones y había disponibilidad desde las 8 de la mañana hasta las 22 h. de forma ininterrumpida.
Cualquier vitoriano podía acceder al servicio. Federaciones como la de fútbol tenían un convenio para enviar allí a los deportistas operados en su mutua. La escuela de danza y otras entidades se aprovechaban de un servicio excelente. Hubo incluso manifestaciones para tratar de salvar el proyecto pero la decisión ya estaba tomada de antemano. El ayuntamiento se empeñó en cerrarlo y lo hizo en septiembre de 2017 para cederlo a la universidad. Se escudó en que las competencias en esa materia no correspondían a un ente local sino al Gobierno Vasco. Ahora ir al centro es sinónimo de encontrarse con las puertas cerradas mientras las máquinas cogen telarañas. Juan Gandía está ya jubilado y el resto de profesionales han sido reubicados en otros destinos o, simplemente, se han tenido que buscar otros trabajos.
Javier Lekuona
Licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. En radio, ha trabajado en Radio...