Esther Arza: "Estamos contentos, satisfechos y, sobre todo, más tranquilos"

Bilbao

Este domingo se ha repetido la imagen. Tras la misa de las once, el salón de la residencia del Instituto Foral de Acción Social (IFAS) en Elorrio se ha reconvertido en una suerte de consulta. Había nervios —lógicos—, pero residentes y trabajadores ya pisaban un terreno conocido. "Es como la de la gripe", se decían unos a otros, pero este domingo la vacuna que recibían era un rayo de esperanza para Bizkaia y para todo Euskadi. Los ancianos y trabajadores de la residencia han recibido este domingo la segunda dosis de la vacuna de Pfizer y ya son los primeros en concluir el proceso de inmunización contra la COVID-19 en el País Vasco.

La residencia de Elorrio ha sido uno de los tres primeros centros de Euskadi donde este domingo se ha administrado la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra la COVID-19. Este domingo han pasado por los micrófonos de 'Hora 14 Euskadi' la directora del centro, Esther Arza y uno de los residentes vacunados, Iñaki Alkorta.

Arza ha explicado que la vacunación de este domingo concluye un proceso que deja a trabajadores y residentes del geriátrico "contentos, satisfechos y, sobre todo, más tranquilos". En esta residencia sólo ha habido un residente que no se ha vacunado, pero el resto ya están inmunizados, a falta se que pasen siete días y las vacunas de Pfizer administradas este domingo hagan completamente efecto, contra el coronavirus.

Se abre así un nuevo periodo en este geriátrico que ahora está más cerca de recuperar la normalidad vieja. La de más visitas y sobre todo, un mayor contacto entre familiares y residentes. Ese es el objetivo final al que aspira, según Arza, esta vacunación: "Se persigue poder ampliar las visitas en número, frecuencia y tiempo", ha afirmado.

Esa es la esperanza de Iñaki Alkorta. Vacunado este domingo, confía en que pronto se pueda recuperar esa normalidad que parece tan lejana, de cuando "te podían visitar y no estaba todo programado", de cuando se podían hacer más salidas... "Eso es lo que se echa más en falta", ha expresado este residente. Alkorta ha contado que no dudó en firmar la autorización para vacunarse porque sostiene que "no hay que dejarse abatir ante los problemas".

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Además de en la residencia de Elorrio, este domingo se han administrado las segundas dosis de la vacuna de Pfizer en Gipuzkoa y en Araba. En Gipuzkoa, la segunda dosis ha llegado ya a la residencia Caser Betharram de Hondarribia —donde Bernardina Escudero, oiartzuarra de 87 años, ha vuelto a ser la primera usuaria del centro en recibir la vacuna— mientras que Araba ha visto como el geriátrico Ajuria de Vitoria también ha concluido el proceso de inmunización contra la COVID-19.