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Derrame cerebral

Bajan un tercio los casos de ictus durante la pandemia de covid

Además, en la asociación Ictus Aragón, AIDA, señalan que los pacientes llegan menos tratados porque los hospitales han tenido que volcarse con los pacientes del coronavirus

Ictus / GETTY IMAGES

Zaragoza

La irrupción de la pandemia de coronavirus ha reducido un tercio los casos de ictus. Lo aseguran los datos de la Sociedad Española de Neurología,donde una de sus especialistas más destacadas es la doctora zaragozana María Bestué.

Preocupa además, a estos médicos, la interrupción que han sufrido muchos de pacientes durante los últimos 10 meses. Aunque todavía quedan muchas investigaciones por hacer, la relación entre las patologías neurológicas y el coronavirus es un hecho.

Algunas populares por ser curiosas, como la pérdida temporal del olfato y del gusto, pero también las más graves. Por ejemplo los ictus, cuyos afectados tienen más riesgo de contraer el covid, aunque ese cuadro se está dando menos de lo esperado. Eso sí, han desaparecido el 32 por ciento de los casos anuales.

"Estamos viendo una disminución del número de pacientes con ictus que ingresan en los hospitales", señala la neuróloga María Bestué. "Es imposible que haya bajado la incidencia porque los pacientes con ictus son más propensos a tener covid", añade. El descenso es del 32% y "una de las hipótesis es que probablemente hayan fallecido con alguna otra enfermedad, como el covid, y haya quedado escondida esa patología".

Y entre los efectos que han agravado a los enfermos de demencia o alzheimer, la paralización de las terapias durante los momentos más duros de las distintas olas.

"Es una preocupación real" porque "necesitan un seguimiento de los tratamientos y necesitamos conocer si hay cambios en su situación que requiera una modificación en sus tratamientos", continúa Bestué.

Además de la pérdida de los sentidos del gusto y el olfato, los neurólogos señalan también el síndrome de "Guillain-barré", por el que el sistema inmunitario ataca a los nervios y produce desde hormigueo hasta una paralización en los casos más graves.

Paralización de terapias

La asociación Ictus Aragón, AIDA, ha vuelto a los niveles de atención de antes de la pandemia, aunque reconoce que los pacientes llegan menos tratados porque los hospitales han tenido que volcarse con el covid.

Por el camino se han quedado las terapias grupales, muy necesarias para el mantenimiento de muchos de estos enfermos. En torno a 150 pacientes con terapias semanales pasan por el centro de Ictus Aragón, una cifra similar al inicio de 2020. Eso sí, el volumen de trabajo a medio y largo plazo aumenta porque necesitan atención continuada y ahora, como reconoce el presidente, Miguel Lierta, asisten con menos horas de tratamiento que antes de la covid.

"Nos estamos dando cuenta de que vienen con menos rehabiltación que antes" en los hospitales, indica Lierta. Además, "la gente ha ido más tarde al hospital o no ha ido por miedo" y llegan a la asociación "tal y como había ido a las unidades de cuidados".

Sin gritos al cielo por tener menos subvenciones, lo que lamentan es la obligatoriedad de suspender la atención grupal a muchos de los pacientes que únicamente necesitan mantener su estado físico y cognitivo, talleres y actividad gratuita que echan de menos.

"Lo que nos duele es que AIDA hace talleres gratuitos para que las personas no pierdan funciones; talleres grupales que ahora no podemos hacer", critica Lierta. 

Aida lo forman en torno a 650 socios, eso son centenares de familias que también durante estos 10 meses han sido reacias a que los enfermos asistieran por miedo al coronavirus.

 
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