Un verano caluroso, con lluvias parejas a 2020

Aranda de Duero

Una ciencia no escrita, una tradición de los pastores que ni se data en el tiempo, pero que pasa de generación en generación y nos ayuda a comprender qué año metereológico nos espera. Hablamos de las cabañuelas. “Es el despectivo de las cabañas, donde vivían los pastores. Son los primeros que empiezan a realizar esta ciencia. Y la gente se extraña de que hay sucesos que se prevén con ella. Que no tenga base científica no significa que no ocurra. Hay varios tipos y el más sencillo es que se toman los 12 primeros días del mes de agosto, por cada mes del año. No tiene explicación que sea agosto. Los 12 días son diferentes. Y tienes un aparto como el barómetro que te ayuda a interpretar las presiones que hay a lo largo del día y te sirve para predecir que ese mes puede tener más o menos agua“, cuenta el Ingeniero técnico agrónomo Carlos Guzmán.

“Hay otros métodos como las cabañuelas con sus retornas. Es decir, los últimos 12 días de agosto y se hacen a la inversa. El último día es enero, por ejemplo. Y se hace una media entre los 12 primeros días y los 12 últimos. Y luego hay otro método que es coger los cuatrimestres, los días que te quedan en el centro, que es afinar un poco más”, especifica.

Pronósticos

Pero, ¿cómo se visualiza 2021 a nivel meteorológico? Guzmán ha repasado en nuestros micrófonos qué vaticinan las cabañuelas. “Pues 2021 parece que no va a ser más lluvioso. 2020 no ha estado mal de agua y este nos viene para la agricultura bastante bien. Será un año caluroso. Va a ser un invierno duro. Y en junio, de mediados a finales el calor será importante. Pero tormentas secas y mucho calor veremos del 15 de julio al 15 de agosto. Enero será un mes con temperaturas normales, con fuertes heladas nocturnas, más fuertes a primeras y lluvias ligeras de principios a finales”, cuenta.

La charla puede reproducirse en el siguiente audio.