Un año de la borrasca Gloria

Dénia

Tal día como hoy hace un año hablabámos de otro desastre, este natural, el que dejaba tras de sí la borrasca Gloria que azotó desde el 20 de enero de 2020 la Marina Alta y especialmente los municipios del litoral.

Un temporal de lluvia, viento y fenómenos costeros que dejó tras de sí un reguero de destrucción por diferentes puntos de la costa.

De hecho, en Dénia, el Ayuntamiento cifró en alrededor de 1,2 millones de euros los daños ocasionados por Gloria. Centrándose el grueso de los daños en las playas, con 827.000 euros.

No en vano, el temporal engulló playas y causó desperfectos en paseos marítimos a lo largo de la costa de Les Rotes. Y hacia el norte, el panorama era “dantesco”, con viviendas y negocios de primera línea en Les Deveses totalmente devastados. Uno de los puntos del litoral más afectados por la regresión y la erosión, y tras el paso de Gloria, su situación se agravó.

Sin olvidar los daños en alumbrado público y semáforos, o en edificios municipales.

Tampoco fue mucho mejor la imagen que dejó tras de sí en Xàbia. Aquí los destrozos se cuantificaron en 440.000 euros, por el Ayuntamiento, de los cuales 235.000 euros, por los daños en paseos marítimos y viarios público. Al respecto, la peor parte se la llevó el paseo del Arenal.

Los principales daños se centraron en la franja litoral, desde la escollera portuaria a la Caleta, además de las calas Barraca y Granadella. Los paseos Tenista David Ferrer y Marina Española quedaron totalmente destrozados, con las olas alcanzando los negocios de primera línea y provocando daños también en estos.

A estos se sumaron los destrozos en mobiliario urbano o en edificios municipales, como los de la Casa del Cable, sin ir más lejos.

Los Ayuntamientos se afanaron en los trabajos de limpieza, arreglos y reformas. Aunque las reparaciones de los graves daños, como en el caso del paseo del tenista David Ferrer en Xàbia tuvieron que esperar varios meses para poder acometerse, debido a la paralización y retraso de la tramitación administrativa causada por el Estado de Alarma, decretado en marzo pasado.

Y es que cuando aún no nos habíamos repuesto de Gloria llegó la COVID-19, que sigue marcando nuestras vidas, casi un año después.