Esto no lo arregla Piccini

Valencia

Y conste que el lateral italiano no tiene responsabilidad alguna. Ya quisiéramos su implicación y sus ganas de estar aquí en otros estamentos del club. Pero, viendo el juego del equipo y su preocupante nivel en estos meses de competición, conformarse con repescar a Piccini sin fortalecer otras áreas del campo sería como querer tapar la brecha que hundió el Titanic con un rollo de papel Albal.

Resulta indecente que estemos a estas alturas de la temporada y el máximo accionista siga sin autorizar alguna operación en la que el club pueda desembolsar algo más que el importe del contrato de un jugador cedido hasta el 30 de junio. Después de faltarle la palabra a Javi Gracia y debilitar tremendamente la plantilla, Peter Lim sigue sin bajarse del burro: solo permite que vengan futbolistas a préstamo, pero en negociaciones por las que la SAD no tenga que hacer frente al pago de cantidad alguna a los clubes de procedencia. Y así va a ser muy complicado.

Las estadísticas, en este caso, lo dicen todo. Es la peor primera vuelta del Valencia desde 1983, el año en el que un milagroso gol de Tendillo ante el Real Madrid y la carambola más impensable en la última jornada salvaron a la entidad de un descenso que parecía inevitable. Y es la peor primera vuelta del Valencia desde que LaLiga instauró los tres puntos por victoria.

Hasta que se vayan por donde vinieron, no queda otra que seguir. Insistir y persistir. Mientras tengan el paquete mayoritario del club que heredamos de nuestros padres, Lim y Murthy van a tener que leerlo/escucharlo una y otra vez: es una negligencia lo que están haciendo. Una tremenda irresponsabilidad. La enésima. Y cuidado, una vez se cierre el mercado de enero ya no hay vuelta atrás. Tienen nueve días para reaccionar... o volver a demostrar que todo esto les da exactamente igual. Que no empatizan con nuestra preocupación. Que solo están aquí por negocios.