Hay que mejorar esas terrazas
Los arquitectos quejosos por la caída de proyectos, que es una excelente noticia para el medio ambiente de la comunidad, podrían entretener el paréntesis mejorando el aspecto de las terrazas de bares y restaurantes
"La línea roja" de Matías Vallés (22/01/21)
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Palma
Es de Pero Grullo recordar que una comunidad turística se basa en la imagen de sus establecimientos cara al público, entre los que las terrazas de bares y restaurantes ocupan un lugar esencial.
Sin embargo, la invasión de las calzadas y los aparcamientos por los bares en la pandemia ha ofrecido un muestrario del peor urbanismo decorativo.
Las ciudades plagadas de palés de almacén, de tarimas improvisadas sin desbastar, de cintas de plástico para marcar el contorno fijadas en macetas de cemento no ofrecen el menor atractivo, aunque alguien podrá alegar que peor está el Paseo Marítimo de Palma que parece pendiente de un atentado inminente.
Se alegará la provisionalidad de la ocupación del terreno público, pero ni siquiera el presente demoledor del coronavirus merece esta agresión a los sentidos.
O mejor dicho, este paisaje urbano de Beirut después de la explosión refleja con excesiva fidelidad el estado de ánimo que impera en Balears.
Es urgente actualizar el eslogan “Balears, ponte guapa”.
Los arquitectos quejosos por la caída de proyectos, que es una excelente noticia para el medio ambiente de la comunidad, podrían entretener el paréntesis mejorando el aspecto de las terrazas de bares y restaurantes.
El exteriorismo es más importante que el interiorismo.
