Cuenca nevada y entre la niebla desde lo alto del cerro de las antenas

Cuenca

Esta semana en el espacio Nos vamos de excursión que coordina Fernando Carreras, de EcoExperience, y que emitimos los viernes en Hoy por Hoy Cuenca, aprovechamos para realizar cualquiera de los recorridos que ofrece la capital de la provincia, muchos de ellos incluidos en la red Flor de Senderos. En concreto vamos a subir hasta el cerro de San Cristóbal o de las antenas, como popularmente se conoce.

FERNANDO CARRERAS. Para comenzar nuestra ruta tenemos que ascender hasta el barrio del Castillo de Cuenca. Desde el aparcamiento tomamos primero una pequeña parte de la carretera que va hasta la Cueva del Fraile. Cuando llevemos unos metros andando por la carretera, por el arcén, veremos que a mano izquierda sale una pequeña senda que sube hacia la parte alta de la montaña y en la que encontramos un cartel que nos informa sobre el GR-66, que es el que cruza la provincia de Cuenca y que en este tramo tenemos una parte del mismo.

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Seguimos ascendiendo por la senda entre un bosque de pino carrasco entremezclado con cedros y matorrales de aliagas, retamas, rosales silvestres y enebros. Llegamos hasta una curva cerrada y veremos que la senda más amplia sigue para la izquierda y a la derecha sale otra senda de menor tamaño, que es la que cogeremos. Este desvío lo hacemos para descubrir una de las sorpresas de este sendero, una cueva que se encuentra justo en este lado de la montaña.

No existe mucha información sobre esta cavidad, pero se dice que pudo realizarse para la extracción de caolín. Tampoco se sabe exactamente la profundidad. Según algunos autores unos 100 metros. Para otros más de 300. Sí es cierto que si entramos, la cavidad se adentra bastante hacia el interior del cerro de San Cristóbal.

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Si la visitamos durante los meses de invierno, es mejor no pasar al interior, por los posibles desprendimientos, especialmente en los lugares que haya calado la humedad y ante el riesgo de que haya corrientes de agua o barro. También porque hay una gran colonia de murciélagos en el interior y que podemos molestarles.

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Seguimos hacia la parte de arriba por la senda y llegaremos justo a la parte alta del cerro, donde hay un terreno llano y donde encontramos los repetidores o antenas que vemos desde distintos puntos de la ciudad, así como una torreta de vigilancia de incendios. Desde este punto tenemos una vista impresionantes de las dos hoces de Cuenca, tanto la del Júcar que viene desde la Serranía como del Huécar, y la parte alta de la ciudad de Cuenca, en medio.

Desde este punto seguiremos por la torreta de vigilancia, por donde viene una senda más amplia. Si la seguimos nos lleva de nuevo hasta la carretera. Caminamos de nuevo hasta el aparcamiento donde hemos comenzado la ruta realizando un total de unos cinco kilómetros.