¿En qué quedamos?

Alicante

Al bipartito, que dirige el Ayuntamiento de Alicante, le sobra alegría propagandistica y le falta comedimiento.

No puede ser que la pasada semana venga a Alicante el vicepresidente de la Generalitat, Rubén Martínez Dalmau, a visitar la reforma de 250 viviendas en Colonia Requena-Juan XXIII y renuncien a acudir a la cita -a la que estaban invitados- por considerarla poco pertinente en tiempos de pandemia. Eso sí, al día siguiente, el viernes, el concejal de Urbanismo visita las obras de reforma urbana de Benalúa Sur. ¿En qué quedamos?

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Este es un caso más de algo que no es nuevo es una manera de comportarse en política. Estaría mejor dejarnos de juegos de este tipo que nos obligan a ponerle el tamiz más fino a todo lo que nos cuenta el consistorio y que se dedicaran a arreglar los problemas de fondo.

Por ejemplo, el interventor municipal critica en su informe del presupuesto de 2021 que el equipo de gobierno siga sin poner en marcha los instrumentos que tiene a su disposición para agilizar los proyectos de obras y, de esta forma, incrementar el paupérrimo -el adjetivo lo pongo yo, no el funcionario- porcentaje de ejecución del presupuesto.