De tú a tú: Bar Casanova y Cafetería Buenos Aires

Aranda de Duero

a hostelería es uno de los sectores más perjudicados por el covid-19. Las restricciones parecen haberse ensañado con estos establecimientos, que simplemente tratan de sobrevivir en su día a día, a pesar de los cierres, y de las grandes inversiones que tienen que llevar a cabo cuando abren sus puertas. Como cada tarde, en nuestro nuevo espacio hostelero que cuenta con el apoyo de la DO Ribera del Duero, la Ruta del Vino y ASOHAR, compartimos las impresiones de dos gerentes de este sector, para repasar sus impresiones y situación. En esta ocasión lo hacemos con Abel Rubio, de Bar Casanova, y Alfredo Arroyo, de Cafetería Buenos Aires.

"Son tiempos de incertidumbre. Cada día escuchamos una cosa nueva, más prohibiciones, y así andamos. Llevo 20 años en esto de la hostelería y nunca habíamos visto algo igual. Y eso que desde que comenzó la Fase 1 no hemos cerrado en ningún momento", explica Rubio. "Pasamos por una situación crítica, casi irreversible. O hay ayudas directas o estas situaciones no son reversibles. En mi caso llevo casi dos años con Buenos Aires abierto, con mucho trabajo y esfuerzo y creando seis puestos de trabajo, pero pasó lo que pasó. Sacamos a todas las personas del ERTE pero nos volvieron a confinar en agosto, y ha sido un proceso de incertidumbre e improvisación continuo, que es lo que más te preocupa, no saber qué vas a tener que hacer", cuenta Arroyo.

¿Cuál es la situación actual y la esencia de siempre para estos dos locales hosteleros? La esencia son los años. Llevamos muchos años en Aranda y la gente responde bien porque te conoce de toda la vida. Intentas dar los mejores productos y por eso llevamos años al pie del cañón", asevera Rubio. "Tienes que hacer algo diferente a los demás, así va esto. Tenemos la suerte nosotros de tener el ambulatorio al lado, y es una zona creemos que con mucha vida. Cuando me doy paseo por otros barrios de Aranda y ves la situación te echas las manos a la cabeza; no es lo mismo. Pero aún así es muy complicado salir adelante", reconoce por su parte Arroyo, gerente del Buenos Aires.

Por último, ¿qué pueden decir de sus clientes ambos? "Pues como nosotros, están con incertidumbre. Los clientes de siempre responden bien. Y tienen mucha incertidumbre sí, les estamos volviendo locos, y aún así aún con diez bajo cero van y se sientan a consumir y a echarnos una mano. Abres el bar a las seis con quince grados bajo cero y hay gente esperando, es que es de chapó. Nuestra forma de ser es así, somos sociables, necesitamos contacto y eso lo dan los comercios y la hostelería. Si lo cierras, acabas con todo", sentencian.

La charla al completo con ambos hosteleros puede reproducirse en el siguiente audio.