La saturación de las Administraciones retrasa el pago de la pensión del hombre encadenado de Guía de Isora

Guía de Isora

El Ayuntamiento de Guía de Isora reconoce que debido a la saturación del sistema y el retraso en el envío de documentación por parte de Tiziano, se ha producido un retraso en el cobro.

La corporación local se ha puesto en contacto con el hombre encadenado en la plaza Eulogia González de Playa San Juan para ayudarle y ofrecerle toda su colaboración.

Tal y como ha expresado a través de un comunicado, "este ciudadano no ha trasladado otras peticiones ni mostrado mayores necesidades ante los Servicios Sociales de este Ayuntamiento; por lo tanto, se ha obrado en función de lo que él ha solicitado y de la información que él mismo facilitó. No obstante, se le ha instado para solicitar otras ayudas", afirman.

Según aseguran a través de un comunicado, la Corporación Isorana se ha puesto en contacto con la Dirección General de Servicios Sociales del Gobierno de Canarias, competente y responsable de la tramitación de las pensiones, para conocer qué documentación debía enviar este ciudadano y para ayudarlo en ello.

Fuentes de la Consejería de Derechos Sociales aseguran que "han hablado con él y ya está resuelto". Según concretan en el área dirigida por Noemí Santana, "la documenación se presentó fuera de plazo y se le tuvo que suspender porque son procedimientos reglados".

"Con la declaración jurada se cierra el proceso de revisión sin que eso suponga, a posteriori, la solicitud de otros documentos para comprobar que cumple los requisitos y seguir siendo perceptor de una prestacion no contributiva" afirman en la Consejería.

Tiziano Devis tiene 73 años y no tiene ingresos. Un error burocrático ha hecho que lleve tres meses sin cobrar su pensión de 330 euros después de haberse retrasado en enviar una declaración jurada en la que afirma que no tiene ningún bien. Por ello, se ha encadenado a primera hora este lunes en el exterior de la Casa de la Juventud del pueblo de Playa San Juan (Guía de Isora).

Este hombre es argentino y llegó a Tenerife en 1996. Ha cotizado fuera de España y también en Tenerife, pero no lo suficiente para optar a una pensión. Por eso, esta no contributiva es lo único que le queda a un trabajador que además ha sufrido un ictus y un infarto.