Difícil convivir con estos conciudadanos tan cívicos

Albacete

Llevamos ya más de un año desde que oímos hablar de una enfermedad en China y empezaban a encenderse señales de alarma ante una posible extensión mundial de la misma.

Han pasado muchos meses desde entonces. Meses en los que hemos estado sobre informados con miles de datos que nos advertían sobre los efectos devastadores de la COVID-19. Meses en los que los gestores públicos, con mensajes y decisiones no siempre acertados, han intentado luchar contra los efectos de la enfermedad en los ciudadanos y en las empresas. Miles de horas en las redes sociales, en los medios de comunicación, en las conversaciones privadas hablando de este tema.

Miles de muertos encima de la mesa.

Pero, algo está pasando en la sociedad porque los mensajes que están lanzando los sanitarios o los científicos no llegan. Hay mucha gente que no está valorando los efectos de la enfermedad o piensan que no va con ellos.

Multitud de personas siguen yéndose de fiesta. Todavía hay locales que las organizan, y se les permite. Buscamos la picaresca para saltarnos las normas que otros si cumplimos, porque, claro, somos más listos que nadie.

Seguimos viendo a gente que no quiere usar las mascarillas, da igual que los científicos pongan encima de la mesa, una tras otra, pruebas que demuestran la eficacia de su uso.

A todos estos les da igual la gente que se esté muriendo o la que queda con secuelas de forma permanente. Les da igual que, por su irresponsabilidad, mucha gente esté viendo cómo sus ingresos se están reduciendo, cuando no eliminando totalmente. Les da igual el estrés mental y físico que están viviendo los sanitarios desde hace un año. Les importe nada que en la educación estemos haciendo todo lo posible por mantener los centros abiertos y una actividad educativa más o menos normal. Es más, parece que les da igual que todo esto les pase a sus propios familiares. O igual, cuando se muera su padre, o su madre, o su pareja o quién sabe quién, será el momento de los llantos.

¿Y qué decir de todos aquellos que están utilizando sus cargos para saltarse todos los protocolos de vacunación que hay establecidos? Simplemente, a todos esos que os habéis vacunado y no os tocaba, de mi parte, os podéis ir al infierno.

Cuesta mucho gestionar nada con todos estos elementos torpedeando cualquier tipo de actuación responsable que los demás estemos dispuestos a asumir.