La incidencia a siete días baja ligeramente en Valladolid

Valladolid

La incidencia acumulada a siete días, el valor que la Junta de Castilla y León utiliza ahora como referencia principal para analizar la evolución de la pandemia por el COVID-19 ha anotado su primer descenso desde hace casi un mes. 

El incremento desde finales de diciembre, cuando era de 54 casos por cada 100.000 habitantes ha sido imparable durante las últimas cuatro semanas hasta llegar a los 776 positivos. Si tenemos en cuenta que ya el 1 de enero se situaba en los 94, es posible concluir que en poco más de 20 días, la provincia ha multiplicado este valor por ocho. 

También hay relativas buenas noticias en otro elemento que las autoridades sanitarias vigilan con atención. Se trata del número reproductivo básico. Es decir, la cantidad de personas a las que puede contagiar un individuo que tiene la enfermedad. Debe estar por debajo por debajo de 1 y en Valladolid, tras haber rebasado ampliamente este guarismo, el último dato facilitado por el Ejecutivo autonómico lo sitúa en 0,99. Hay otras dos provincias en la misma situación y, en cualquier caso, también se aprecia una tendencia general a la baja en el resto del territorio de la comunidad autónoma.

De todas maneras, el ritmo de nuevos positivos sigue siendo muy elevado. Durante la última semana, se han superado los 4.200 casos en Valladolid y eso se traduce, sobre todo, en una mayor presión para todo el sistema sanitario, desde la Atención Primaria al trabajo que soportan las unidades de críticos.