El enemigo está dentro

Asturias

Militares de la más alta graduación, políticos de la más variada ideología, sindicalistas varios y hasta un obispo nos han dejado en los últimos días los ejemplos menos edificantes de la sociedad al vacunarse contra la covid saltándose escalafones y turnos y aplicándose la milagrosa inyección antes que ancianos y sanitarios. ¡Joder qué tropa!, que ya nos avisó el ínclito Rajoy. Y por si fuera poco, en el punto más álgido de los contagios, con los hospitales aplazando operaciones y las UCI saturadas, el ministro de Sanidad se las pira para iniciar carrera política en Cataluña. ¡Manda huevos!, que sentenció el exministro Trillo. Mientras tanto, nuestro Gobierno regional sigue pidiendo medidas más duras para frenar los contagios, y sus compañeros de partido en Madrid miran para otro lado. Como cuando reclama justicia con la factura eléctrica o fondos para terminar infraestructuras o lanzar nuevos proyectos. Esta semana precisamente se cumple un año del compromiso público de Pedro Sánchez a Mittal de una tarifa eléctrica justa y proporcionada. Sonrisas, promesas... y lágrimas; porque un año después seguimos igual, bueno peor. Y lo curioso es que si se mira el mapa político autonómico, somos la única comunidad socialista del Cantábrico. Para que Adrián Barbón encuentre un compañero al frente de un gobierno regional tiene que viajar a Toledo, Zaragoza o Mérida. Por tanto, no entiendo el ninguneo del Gobierno de Pedro Sánchez a Asturias. Me apena que Adrián Barbón y su joven y combativo Ejecutivo estén en esta vicisitud y tenga a su propio partido como principal enemigo. Espero que Sánchez nos lo explique pronto. Una buena ocasión sería mañana mismo, cuando se cumple el 120 aniversario de la Federación Socialista Asturiana. Si no, me quedaré con lo que clamaba el coronel Pinilla desde el cuartel de Simancas a sus camaradas del buque 'Almirante Cervera' cuando destruían Gijón a cañonazos: 'el enemigo está dentro, disparad sobre nosotros'.