Las quejas al Ayuntamiento de Burgos crecen un 52% en el último trimestre
El Partido Popular lo achaca a la mala gestión del alcalde De la Rosa y Podemos a la pandemia

La portavoz municipal del PP, Carolina Blasco, señala el mal estado de una zona de juegos infantiles / Partido Popular

Burgos
Las quejas ciudadanas que han llegado al Ayuntamiento de Burgos en 2020 han aumentado un 43% respecto al último año gobernado por el Partido Popular, que lo interpreta como una clara censura al equipo de gobierno del socialista De la Rosa. La concejala popular, Andrea Ballesteros, señala que en 2017 se presentaron 1.951 quejas frente a las 2.784 de 2020. Aunque la edil del PP omite que también aumentaron las quejas en 2018 con el gobierno de Javier Lacalle hasta superar las 2.500.
Ballesteros añade que, en el último trimestre de 2020, las demandas crecieron un 52% sobre el mismo periodo del año anterior y sobre el trimestre precedente se incrementaron un 15%. Noviembre de 2020 ha sido el mes con más quejas, subraya la edil del PP, cuando ya gobernaba el bipartito PSOE-C’S.
La falta de limpieza en la ciudad, los desperfectos en parques y jardines, la escasa información sobre el nuevo 'mapa de líneas' de los autobuses urbanos y la deficiente calidad de los servicios públicos en general, son las quejas más numerosas, destaca Andrea Ballesteros. Insiste en la necesidad de utilizar el superávit del presupuesto para satisfacer las demandas ciudadanas y acusa al alcalde De la Rosa de olvidarse de la participación vecinal. Afirma que el equipo de gobierno aplica el 'rodillo de la mayoría absoluta' y no responde a los vecinos.
El Informe anual de la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones refleja que el Ayuntamiento de Burgos solo recibió 82 felicitaciones, el 0,7% del total de 6.434 avisos, quejas y sugerencias registradas en 2020. La mayoría de las comunicaciones son avisos, más del 42%. Casi el 25% son quejas o reclamaciones.
El grupo municipal de Podemos advierte de que hay un 'gran margen de mejora' en la participación de los vecinos de Burgos en las decisiones políticas y reclama la creación del Defensor de la Ciudadanía, una figura que se aprobó en el pleno hace un año. La concejala Margarita Arroyo cree que el aumento de quejas en 2020 responde en buena medida a la pandemia y hubiera sido muy útil esta figura como interlocutor entre los ciudadanos y el Ayuntamiento. Podemos propone también abrir un Turno Popular en los plenos para que el tejido asociativo de la ciudad pueda participar más activamente en la política municipal. La formación morada hace estas aportaciones al borrador del nuevo Reglamento de Participación Ciudadana que lleva más de dos años en elaboración.
Margarita Arroyo espera que el grupo socialista no se deje arrastrar por sus socios de Ciudadanos, de quien desconfía a la hora de contar con la voz de los vecinos. La concejala de Podemos celebra que, por fin, las Juntas de Distrito hayan empezado a funcionar y confía en que sean el instrumento que se pretende para canalizar las demandas y necesidades de la ciudadanía ante la administración local.

Francho Pedrosa
Locutor y redactor de la Cadena SER desde 1982.




