El 12 de Octubre aplaza operaciones preferentes por el COVID-19

Madrid

Carmen González se ha quedado ya dos veces a las puertas del quirófano. La primera vez fue el 11 de enero, cuando la nevada le impidió llegar al Hospital Doce de Octubre de la capital, donde tenía programada una operación preferente de colon. La segunda, ayer mismo, cuando ya estaba ingresada en el propio hospital.

“A las 8 de la mañana, cuando tenía que bajar al quirófano, subió su cirujano para decirle que se habían suspendido todas las intervenciones”, cuenta con indignación su hija, Carmen Cortés. “Es intolerable. Estamos hablando de un gran hospital de Madrid”, protesta. Desde el centro aseguran que no se ha suspendido todo: “Ha habido quirófanos programados”, responde una portavoz, que no concreta cuántas cirugías se han tenido que cambiar de fecha.

La causa última es la saturación del centro -de este y de todos los de la Comunidad- por culpa del COVID-19. La actividad quirúrgica de los hospitales necesita una red de camas de reanimación -REA, en argot sanitario- donde los pacientes se despiertan de la operación. El problema es que ahora, con las UCI médicas operando por encima de su capacidad habitual -están al 140% por ciento, según datos del lunes-, muchos de esos puestos REA se han adaptado para atender también a pacientes COVID. Es lo que la Consejería de Sanidad llama “planes de elasticidad”.

El 12 de Octubre es el segundo centro de la región con más pacientes críticos con coronavirus. Tiene 43. Solo lo supera el Gregorio Marañón, con 51. La dirección argumenta que Carmen se ha visto afectada por una “reorganización de camas de reanimación para atender el incremento de pacientes críticos Covid-19 positivos”. Un cuello de botella agravado por dos trasplantes que el hospital -explican- realizó el lunes. “La operación de esta paciente se suspendió ayer -por el lunes- y ha sido reprogramada para mañana -por hoy-“, indican esas fuentes.

Si la intervención se canceló el día anterior, nadie se lo comunicó a la paciente, a la que prepararon para pasar por quirófano. “Ingresó por todo lo que supone una intervención de colon, que obliga a vaciar el intestino”, cuenta Carmen hija, que asegura que su madre, de 82 años, se ha pasado “toda la noche sin dormir”. Ahora tiene que repetir todo el proceso.

Carmen Cortés ha podido trasladar su queja directamente al consejero, a Enrique Ruiz Escudero, aunque es consciente de que no todo el mundo está en su situación. Ella preside la Plataforma Síndrome Tóxico, que agrupa a afectados por la intoxicación con aceite de colza adulterado, así que ha tenido que tratar con el dirigente popular con anterioridad. “Me ha atendido muy amable”, asegura Cortés, que ha recibido también una llamada del director general del Proceso Integrado de Salud, Jesús Vázquez, que no ha servido para aplacar su indignación. “Da igual, esto es pura desorganización”, zanja.