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Pamplona

Un pesimista se deprimirá más, un optimista dirá que al menos no se endurecen. El Palacio de Navarra alarga una semana más, hasta el 11 de febrero, las restricciones actuales para contener el coronavirus. La que más influye en el ánimo de la ciudadanía, aunque no hablemos tanto de ella, es la imposibilidad de bajo el mismo techo con alguien que no sea con quien vives. De la que más hablamos es del cierre del interior de bares y restaurantes que al alcalde de la capital le parece que no está justificada.

Medida que ya se tomó en octubre y que rebajó en un 90 por ciento la incidencia del virus, responde el portavoz del palacio, Remírez.

Medidas que no se le ocurren a Santos Indurain y que se basan en documentos técnicos como el informe del centro europeo de enfermedades infecciosas que sirve de guía para todas las administraciones de la Unión. Recomienda el cierre de interiores de negocios de riesgo, entre los que cita bares, restaurantes y cafés, porque reduce la transmisión casi lo mismo que cerrarlos todos. Lo contamos el 28 de octubre aquí en la SER, por cierto.