Deberíamos estar de luto
"Porque si nuestras políticas migratorias solo producen muerte e impunidad, al menos deberíamos exteriorizar duelo, pena y aflicción por ello"
La firma de María José Aguilar, Catedrática de Trabajo Social y Servicios Sociales

Cadena SER

Albacete
Esta semana deberíamos estar de luto. El luto es un signo de duelo, pena y aflicción.
Esta semana se cumplen 6 años de la muerte de 15 personas en la playa de Ceuta a causa del uso ilegal de la fuerza por parte de la Guardia Civil. Esta semana también se cumplen seis años de impunidad.
Y durante estos seis años, lejos de actuar conforme al Derecho, hemos seguido violando y matando a miles de personas en nuestro territorio nacional. Hemos seguido deportando ilegalmente a miles de personas a quienes tratamos como no-personas, a quienes deshumanizamos para justificar las agresiones más brutales sobre sus cuerpos y a quienes negamos el derecho a vivir. Cuerpos explotables. Cuerpos de esclavos. Cuerpos violables.
Canarias es ya la nueva Lesbos, con sus campos de concentración, por obra y gracia del gobierno de España. Un gobierno que se escuda en la Unión Europea para hacer en nuestra Frontera Sur lo mismo que llevamos haciendo en las últimas décadas: políticas de violación de derechos, políticas de muerte. Políticas que se arrogan el derecho de matar y dejar morir (que para el caso es lo mismo) a miles de personas.
Eso que eufemísticamente llamamos políticas migratorias, en realidad son políticas de muerte.
Por eso, al menos durante esta semana, deberíamos estar de luto. Porque si nuestras políticas migratorias solo producen muerte e impunidad, al menos deberíamos exteriorizar duelo, pena y aflicción por ello.
No hacerlo nos coloca entre los que agreden, violan y matan. O entre quienes justifican esas muertes.
Odiar a los otros nos deshumaniza a nosotros mismos. Y este también debería ser motivo de luto, de pena y aflicción.




