'La falta de ambición de la Región de Murcia', por Emilio Ivars

Murcia

La ambición es ese deseo vehemente de conseguir algo, pero un algo especial, un algo que te encumbre, te ponga al nivel de otros a los que admiras o que te dé poder sobre las cosas. Algunos consideran el exceso de ambición como un defecto, como un sinónimo de codicia y un no tener los pies en el suelo. Pero ¿y qué ocurre con la falta de ambición?

Hoy te traigo a la pizarra esta reflexión sobre la falta de ambición de la Región de Murcia. No es que tenga poca; es que, visto lo visto, es totalmente nula.

Recuerdo, allá por mediados de los años 70, un viaje que hizo mi familia desde Denia, donde residíamos y vive todavía toda mi familia, hasta Murcia. Mi padre, albañil, nos montó a todos en un Seat 600 y, sin más destino que seguir la carretera nos fuimos hasta Alcoi y, desde allí, llegamos a Murcia. Seguro que te preguntas que cómo pudo ser eso, ¡en un 600! Eso mismo me pregunto yo cada vez que lo recuerdo. Pero sí, sí, lo conseguimos. Y regresar, además. Imagínate lo que tardamos, claro, porque Murcia por aquel entonces no tenía ni un sólo kilómetro de autovía para poder llegar ni nada parecido.

15 años más tarde, allá por 1990, ya tenías Murcia conectada con Alicante en unas condiciones dignas. Pero sólo con Alicante. Ni rastro de conexiones directas con nadie más, ni siquiera con Madrid, donde no te quiero ni contar las horas que pasabas en el coche atravesando algunos pueblos.

Llegó la autovía completa a Madrid no hace aún ni 20 años, aunque te parezca ya una eternidad. Y sigues esperando la autovía del interior hacia Valencia completa, el eje Granada-Valencia por el interior, los Arcos de descongestión, la ampliación de carriles. Y así... Aguantando las cosas como vienen. Yo, de verdad, creo que es por la falta de ambición que tenemos en esta región. Te dicen 'Es lo que hay' y te aguantas sin rechistar. Ya irán llegando las cosas. Pero sabes tú que así no avanzamos. No progresamos si las cosas que ya tienen otros a nosotros siempre nos las dan al final. Los últimos de la cola. Cualquiera que haya nacido o venido a Murcia desde hace 40 años no ha dejado de oír hablar de lo mismo.

Y no solo te hablo de carreteras, te hablo de agua. Un debate eterno sobre el agua, sobre esa ausencia de ambición murciana (evidentemente muy marcada en quienes nos gobiernan) de encontrar soluciones viables y definitivas a la cosa. ¡Ay! si hubiéramos sido ambiciosos y, desde el minuto 0, en lugar de pelearnos, hubiéramos trabajado en lograr soluciones a largo plazo. Y venga a hablar de agua y agua.

Te hablo también de la alta velocidad. Siempre a la cola, siempre hablando de lo mismo. ¡Ay!, si hubiéramos sido ambiciosos hace algunos años y no nos hubiéramos conformado con ese 'Es lo que hay' que nos vendieron ministros y presidente regional. Y venga hablar de alta velocidad.

Haces bien en decirme que esa falta de ambición no es la que más te preocupa. Que lo que realmente marca tus pensamientos es qué poco se habla de educación en esta región, qué poco se habla de cómo educamos a nuestro futuro, qué poco se habla de qué queremos conseguir de nuestros jóvenes, de tus hijos, de tus nietos. Te poner a hablar sobre educación, a veces, y el debate que surge es si tienen que estar 5 o 6 horas los zagales en el colegio. ¡Qué poca ambición tenemos!

Y también te preocupa que, en este mundo en el que vivimos, no seamos ambiciosos en conseguir una región puntera en ciencia e investigación. Y eso que tenemos grandes científicos e investigadores. Pero sabes tú que más bien a costa del esfuerzo personal y no del esfuerzo colectivo que como región deberíamos realizar.

¡Seamos ambiciosos! Miremos a lo que viene de cara y no escatimemos recursos públicos en querer ser una región de primera en lo educativo, en la ciencia, en la búsqueda de proyectos investigadores, en la generación de talentos. ¡Seamos ambiciosos! Salgamos del conformismo y cambiemos, cuanto antes mejor, el 'Es lo que hay' por un 'Nosotros lo valemos y lo queremos'.

Nos vemos en la próxima pizarra.

Emilio Ivars