Convivir con un monstruo

Las Palmas de Gran Canaria

¿Alguna vez han tenido que convivir con un monstruo? Con un gigante que les haya hecho sentir que el mundo se les viene abajo. Que les haya provocado que el alma, casi literalmente, se les cayera al suelo. Quizás hayan tenido la suerte de librarse de ese sentimiento a diferencia de millones de personas que conviven o han tenido que convivir con el cáncer. Y cada vez son más los pacientes que se tienen que enfrentar a ese momento.

Solamente en Canarias cada año más de 11.300 personas son diagnosticadas con un cáncer. Enfermos a los que solemos llamar guerreros, luchadores... pero que, en realidad, son personas con un miedo atroz, con muy mala suerte y que no han elegido librar ninguna batalla pero no les ha quedado otra. Muy pocas familias se han librado de este monstruo que es capaz de destruir todo pero son muchas, muchísimas, las que han conseguido darle una patada y seguir con sus vidas. Y lo han hecho con mucho esfuerzo y también gracias a la Sanidad y a la Ciencia.

La investigación y la financiación de la Sanidad Pública son los dos grandes escudos con los que podemos proteger a los pacientes de cáncer. Aunque no lo estamos haciendo todo lo bien que podemos. Otro gran monstruo, la COVID-19, se ha aliado con el cáncer y ha conseguido que uno de cada cinco pacientes no haya sido diagnosticado o haya recibido un diagnóstico tardío durante los primeros meses de la pandemia. Y todo pese a que el reloj juega a favor del cáncer, la enfermedad no se frena por la presencia del coronavirus. Por ello, especialmente hoy se pide un Plan Nacional que proteja a los afectados de manera equitativa de cara a futuras crisis sanitarias.

El cáncer da mucho miedo, ha conseguido que muchos tengan que recoger sus mundos y hacer que sus almas se levantaran del suelo. Pero hoy es el momento de elevar la voz por ellos y por ellas y por todos los que tendrán que vivir con ese monstruo que aunque lo parezca no es invencible.