Dame cera

Córdoba

Recuerdo lo bien que me lo pasaba de chica haciendo bolas de cera con los chorreones que les pedíamos a los nazarenos…- ¿me das cera? - Así con cara de pena. El caso es que cada día llegábamos a casa un cuarto de quilo de cera.

En la adolescencia ya empezó a molestarme la cosa. Tenía un ciclomotor y circular por nuestras calles era autentico peligro. Y es que caíamos como moscas. “Han avisado en la radio, que tengáis cuidado “ nos decían los que se paraban a ayudarnos.

Con los años mis reparos aumentaron, no os voy a mentir. Pasé de renegar de la cera a no soportar las aglomeraciones o la irrespetuosa invasión del espacio público de nuestra semana mayor. Hoy se suma mi perplejidad por el desorbitado gasto en velas de nuestras cofradías.

Quizás para muchas personas que me escuchan las velas sean necesarias. De hecho, se les ofrecen a los santos y a las vírgenes desde hace siglos para pedirles que nos cuiden y protejan de todo mal. Creo también como muestra de agradecimiento y devoción.

Hay quienes creen que son tan, tan necesarias que no se andan con milongas. En 2020, año de pandemia, las cofradías de Córdoba gastaron 150.000 euros en cera y velas. Total las paga el Ayuntamiento… Según mis cuentas han comprado como un millón de cirios.

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Me quedo muerta. ¿Y eso es todos los años? O sólo ha sido este porque tenemos más desgracias?

Y me hago mil preguntas más. Y no paro de hacer cuentas: 200.000 mascarillas FPP2, 2.500 medidores de C02 para las aulas, 2.500 tabletas para escolares sin recursos… o yo qué sé, 600 árboles ya plantados y todo.

Sé que pensar esto es lo fácil pero no me digáis que no habéis pensado lo mismo.

Eva Puche es psicóloga social

@evapuche8