La ejemplaridad política

Valencia

Cada día tenemos a la clase política pidiendo responsabilidad a la ciudadanía. Que depende de todos evitar los contagios de coronavirus, nos dicen. Que estamos en un estado de alarma y que hay que cumplir con las restricciones. Que no estamos para fiestas ni para ir a la playa, sino para quedarnos en casa el máximo tiempo posible. La situación es de tremenda gravedad, nos repiten.

Y estoy de acuerdo, porque llevamos ya más de 5.000 muertes desde el inicio de la pandemia, a un ritmo últimamente de 100 cada día. Precisamente por eso, si los políticos piden responsabilidad, los primeros en serlo deben ser ellos.

Parece una obviedad pedirles ejemplaridad, pero es más importante si cabe aún cuando buena parte de la estrategia frente a la pandemia pasa por el ámbito privado. Las mayores restricciones, de hecho, afectan a nuestras relaciones familiares y sociales.

Si la situación es excepcional, ¿cómo puede ser que la vida política parezca discurrir con normalidad? Que se haga un acto de inauguración del AVE totalmente prescindible o que se justifique que un alcalde recibiese a amigos en su casa. Cómo se va a pedir luego a la gente responsabilidad.