Cierto alivio en el Clínico y el Servet; alta ocupación en Teruel y Alcañiz; al límite en Calatayud
Los dos grandes hospitales de Aragón intentan mantener su actividad quirúrgica. La fuerte presión de ingresos por covid la sufren los hospitales más pequeños de la comunidad autónoma en estos momentos
Zaragoza
Por primera vez en muchas semanas, los dos grandes hospitales en Aragón comienzan notar cierto alivio e intentan incrementar el número de operaciones programadas. En el hospital Miguel Servet se ha podido abrir entre 5 y 6 quirófanos más, en el Clínico se ha mantenido sin variaciones la actividad quirúrgica. Mientras, hospitales como los de Teruel o Alcañiz, siguen con índices de ocupación muy altos.
El Obispo Polanco de Teruel es el cuarto hospital con mayor número de pacientes covid: 60 pacientes atiende este pequeño centro, que tiene ocupadas 5 de sus 8 camas de UCI con estos enfermos. En Alcañiz son 45 y no hay UCI. Tampoco en el Ernest Lluch de Calatayud que se encuentra también lleno, con 29 covid.
Además, también en la capital aragonesa, el Royo Villanova se encuentra al límite con la UCI llena y con un paciente covid en la capilla donde se han habilitado 6 camas, en principio, para otras patologías.
218 enfermos tiene el Servet y 144 el Clínico pero, en las últimas horas, no han aumentado los ingresos y se mantienen las camas de UCI con 27 y 24 enfermos, respectivamente. Es un pequeño respiro: el pico de hospitalizaciones se produjo el pasado 30 de enero con un total de 769 casos.
El Hospital Ernest Lluch, de Calatayud, "hasta la bandera"
En Calatayud, el Hospital Ernest Lluch se encuentra al límite. Con 29 personas ingresadas por coronavirus, el centro sufre uno de los peores momentos desde el inicio de la pandemia: desde la dirección advierten que, si no cambia la tendencia, será necesario suspender la actividad quirúrgica programada.
Ahora mismo hay 29 personas ingresadas por covid. Y eso que se desconoce cuántos casos graves permanecen en la UCI en Zaragoza. Según los datos que ofrece la estadística de Salud Pública, el peor momento en esta pandemia para el Ernest Lluch fue a principios de noviembre, con la resaca del puente del Pilar: el pico máximo fue el 8 de noviembre con 34 personas ingresadas por coronavirus. Y eso, advierten desde el centro, puede tener consecuencias y afectar a la actividad quirúrgica programada.
La directora del Ernest Lluch, Cristina Guarga, afirma que "lo estamos mirando cada rato" porque "si tenemos que tomar una decisión de parar cirugías que tenemos programadas lo tendremos que hacer". Señala que el paciente covid "no puede esperar a nada y estamos aguantando al máximo".
E insiste Guarga en que "estamos analizando continuamente lo que nos entra, lo que se nos puede complicar, con lo que aprovecho para recordar que se mantenga la distancia social, el lavado de manos, llevar la mascarilla y que se cumplan los aislamientos" porque "de verdad", remarca, el hospital "está hasta la bandera".
Planificación de quirófanos y otras enfermedades
A diferencia de la primera ola, los centros han aprendido a convivir con esta fuerte presión, evitando al máximo la suspensión de intervenciones.
La planificación se realiza practicamente por horas. El Royo Villanova tuvo que suspender todo lo programado y también el Obispo Polanco, incluso la cirugía mayor ambulatoria.
El Clínico asegura no haber suspendido ninguna intervención, mientras que el Miguel Servet sí tuvo que reprogramar, suspendiendo intervenciones, sobre todo de Traumatología. No ha dejado de operar por la tarde y se han aprovechado los quirófanos para los casos que no requieren ingreso, al menos en la UCI. 11 quirófanos más 2 de urgencias y 1 covid no han parado y a partir del lunes se suman 5 ó 6 más.