Los migrantes protestan desde los hoteles contra los "campamentos de la vergüenza" en Canarias

Tenerife

La plataforma Canarias Libre de CIES ha convocado a un centenar de personas en la Plaza de Candelaria de Santa Cruz de Tenerife para denunciar "las políticas de muerte que han convertido el Mediterráneo y el Atlántico en la mayor fosa común del mundo". La protesta coincide con el traslado de los primeros ochenta migrantes desde los hoteles hasta el llamado "campamento de la vergüenza" ubicado en el antiguo acuartelamiento de Las Raíces en La Laguna. 

Durante la protesta, un grupo de migrantes acogidos todavía en el Hotel Pelinor y que pronto será derivado a uno de estos dispositivos se ha unido a la manifestación. Desde los balcones de las habitaciones en las que llevan meses esperando que el Gobierno les permita continuar con su viaje. "Denunciamos las políticas de externalización de fronteras que nos hace cómplices y financiadores del maltrato que ejercen contra las personas migrantes los países terceros como Marruecos", explica la plataforma en su manifiesto.

"Denunciamos las devoluciones en caliente y las devoluciones exprés, prácticas inhumanas que atentan contra la dignidad de las personas. Denunciamos en concreto que en los últimos meses se retomaran los vuelos de deportación en aviones comerciales hacia Marruecos, Mauritania y Senegal, prácticas que atentan contra los derechos reconocidos en nuestra legislación", explican también desde la Plataforma. 

Los portavoces de la Plataforma también han mostrado su preocupación por la apertura del dispositivo de Las Raíces "con cuatro alertas meteorológicas por viento, frío y lluvias y con las temperaturas más bajas registradas en Tenerife en décadas, justo en la zona donde más frío hace de toda la isla", algo que califican de "inhumano" y que los migrantes todavía acogidos en el hotel aplauden desde los balcones.

La plataforma también ha mostrado su preocupación por el ascenso del discurso del odio contra personas migrantes que alimenta el racismo y la xenofobia y fomenta el rechazo en lugar de la acogida. Además también han puesto el acento en la falta de atención humanitaria y recursos de acogida, "que tiene como consecuencia el aumento de muertes en el mar, las condiciones infrahumanas a las que se enfrentan a su llegada, la escasez de servicios de asistencia letrada y traducción, así como el hacinamiento en los centros de recepción", explican.