Genes arandinos en el éxito del San Pablo Burgos
La temporada de la escuadra que dirige Ignacio González está rayando a la altura del proyecto diseñado. Segundos en la División de Honor Plata, la escuadra burgalesa cuenta en sus filas con la calidad de canteranos amarillos. Alberto González Pinillos organiza y se ha colado en el quinto lugar de la tabla de goleadores. Mientras, Juan Tamayo sigue demostrando el potencial de un extremo con una gran proyección
Pinillos (i) y Tamayo, los canteranos arandinos en las filas del San Pablo Burgos. / Imagen facilitada
Aranda de Duero
La temporada para el balonmano ribereño no vive solo de las andanzas del BlasGon y CERES Villa de Aranda en la Liga ASOBAL, las buenas noticias se importan también desde otros proyectos, como es el caso del San Pablo Burgos, de División de Honor Plata.
En el cuadro capitalino brillan con luz propia dos canteranos amarillos: Alberto González Pinillos y Juan Tamayo. Ambos cosechan éxitos en lo personal, al mismo tiempo que ayudan en un proyecto al que le acompaña el éxito esta temporada.
La victoria del pasado fin de semana en El Plantío ante Novás (29-28) mantiene en solitario a la escuadra de Ignacio González en la segunda posición del campeonato. Solo, el filial del Barcelona supera a los capitalinos. 23 puntos acumulados tras 11 victorias, un empate y tres derrotas son el bagaje burgalés. Un éxito que comparten ex jugadores del Villa de Aranda como Julián Rasero y Álvaro Torres.
La trayectoria de Pini, está siendo espectacular. Más allá de aportar su experiencia en la dirección del equipo, el central ribereño se ha colado además en la lista de máximos goleadores del campeonato. Quinto con 74 goles en 15 partidos. Pieza fundamental en el esquema del técnico vallisoletano.
Por su parte, Tamayo, considerado uno de los extremos con mayor proyección del balonmano nacional, está ejerciendo a la perfección su cometido como revulsivo. Dinámico, sigue sumando minutos y aportando calidad acumulando, en 15 encuentros, 31 goles.
Ambos se permitieron el lujo ante Novás de firmar una de las jugadas del campeonato en la categoría. Por la trascendencia del choque y la importancia del gol frente a los gallegos, que daba los dos puntos a los burgaleses. Jugada soñada ante otro viejo conocido para la parroquia arandina, Álvaro Senovilla.
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El balonmano ribereño, como el fútbol, se ha convertido en exportador de jugadores gracias al talento y la ambición personal y el trabajo de los clubes arandinos. Ahora toca esperar más éxitos.
