Los hosteleros de Lorca con la cruz a cuestas
La explanada de la ermita del Calvario ha sido el escenario elegido para la nueva protesta convocada por HOSTELOR
Comerciantes y hosteleros escenifican vía crucis al Calvario en Lorca. / hOSTELOR
Lorca
Comerciantes y hosteleros de Lorca han escenificado este martes un vía crucis subiendo al monte Calvario de Lorca con cruces al hombro para dar visibilidad a su “penitencia" por las restricciones que limitan su actividad y han roto platos como metáfora de que han sido ellos los que han pagado las consecuencias económicas de la pandemia.
En una convocatoria conjunta de la asociación de hosteleros Hostelor y de la Unión de Comerciantes de Lorca, los empresarios han realizado el último tramo del Vía Crucis lorquino, donde cada Semana Santa desde hace más de 400 años se representa la pasión de Jesús, portando cruces de cartón con crespones negros al hombro, como si fueran penitentes.
En la explanada del calvario, junto a las ermitas históricas, han arrojado platos al suelo y los presidentes de Hostelor, Jesús Abellaneda, y de la Unión de Comerciantes, Ivan López, han pronunciado sendos discursos en los que han reclamado planes nacionales de rescate para sus respectivos sectores y el fin de las restricciones.
La explanada de la ermita del Calvario ha sido el escenario elegido para la nueva protesta convocada por Hostelor que han portado cruces de cartón para simbolizar su particular penitencia. / HOSTELOR
La explanada de la ermita del Calvario ha sido el escenario elegido para la nueva protesta convocada por Hostelor que han portado cruces de cartón para simbolizar su particular penitencia. / HOSTELOR
El presidente de los hosteleros ha dicho que su sector lleva “11 meses pagando los platos rotos de la nefasta gestión de los políticos” durante la pandemia y ha pedido “urnas vacías” en la próxima convocatoria electoral para dar la espalda “al estercolero” en el que, ha afirmado, se ha convertido la política en España.
Abellaneda ha dicho que la suma de las restricciones intermitentes han provocado que en los 11 meses de pandemia la hostelería lorquina haya estado cerrada seis meses y ha dicho que, de media, a un establecimiento hostelero con cinco trabajadores cada mes de cierre “le cuesta entre 6.000 y 8.000 euros”.
Ha defendido que la hostelería “no es la causante de los contagios” y que queda demostrado en el hecho de que “los casos no han bajado con la hostelería cerrada” y se ha puesto a disposición del nuevo consejero de Salud, Juan José Pedreño, para colaborar en la búsqueda de soluciones y le ha pedido “inteligencia predictiva” para evitar un nuevo cierre de locales cuando se produzcan rebrotes.
Como en anteriores actos de protesta de los hosteleros, Abellaneda ha reclamado un plan nacional de rescate al sector con “ayudas directas y reales”, se ha preguntado si “se nos tiene que considerar okupas para que nos den derechos o si tenemos que ser clandestinos para que nos den ayudas”.
También ha pedido al Gobierno regional “que nos dejen trabajar, con las terrazas al cien por cien, porque son espacios seguros y el interior de los locales también, porque si no fuera así las UCI estarían llenas de camareros”.
Ha reivindicado un segundo plan de ayudas autonómicas directas similares a las de diciembre y la aplicación de restricciones que no conlleven el cierre total de terrazas e interiores y al ayuntamiento de Lorca también la exoneración de impuestos municipales.
El presidente de la Unión de Comerciantes ha dicho que el comercio lorquino “está en la UCI y hay pocas esperanzas de que sobreviva” por las limitaciones de horario y de aforo, los cierres perimetrales y la clausura de los locales de hostelería.
“Estamos viviendo una situación crítica, estamos al límite y hablamos de familias enteras”, ha afirmado López que ha asegurado que la actual crisis social “no tiene precedentes” y que requiere de una rápida intervención de las administraciones.
También ha pedido al Gobierno central la exoneración del pago de la Seguridad Social para empresas a las que se obligue a cerrar, bonificaciones del IBI que recaigan directamente en los alquileres, exoneración del impuesto de vehículos de empresa y medidas nacionales de reactivación del pequeño comercio.
Al ayuntamiento le piden también la exoneración de impuestos y tasas, el pago de las ayudas prometidas de 2.000 euros a fondo perdido y al Gobierno regional que sus subvenciones sean también, en su totalidad, a fondo perdido y no en forma de préstamos o planes de financiación.
Entre los manifestantes que portaron la cruz se pudo ver a una concejala de Vox y a uno del PP y el vicealcalde de Lorca, de Ciudadanos, Francisco Morales, se acercó al acto en el momento de los discursos.
