Madrid derivó casi 4.000 procedimientos de pacientes con cáncer por el colapso en los hospitales

Madrid

El colapso de la sanidad pública madrileña durante la pasada primavera obligó a suspender la actividad oncológica en muchos hospitales, así que la Consejería buscó alternativas a toda prisa para esos pacientes en el sector privado. Las encontró en la Clínica MD Anderson Cancer Center Madrid, la filial madrileña del gigante oncológico norteamericano.

Según los datos de la Consejería de Sanidad, obtenidos a través de una petición al Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid, el gobierno regional envió a 587 pacientes a ese centro, aunque el número de derivaciones es muy superior, 3.917. El motivo es el elevado número de visitas que este tipo de pacientes tienen que hacer a los hospitales, desde la primera consulta, hasta las revisiones posteriores.

El departamento que dirige el popular Enrique Ruiz Escudero estima el coste “provisional” en 3.955.434,9 euros para las arcas públicas madrileñas. El precio incluye una compensación por los sobrecostes derivados de adaptar la asistencia a los protocolos contra la COVID-19, y que se calculan como un 7,53% del precio de la prestación. “Estos costes incluirían las intervenciones, las estancias de hospitalización y UCI y otros procesos asistenciales derivados”, explica la Consejería. 

La factura seguía sin pagarse a finales de noviembre, cuando las partes estaban aún negociando el montante final. Ahora un portavoz de Sanidad solo dice que “se ha abonado”, pero no aclara si la cantidad que se ha pagado finalmente coincide con la estimación que hizo ese departamento, o si sufrió alguna variación fruto de esas conversaciones con la clínica, que no ha respondido a las preguntas de la Cadena SER.

Las derivaciones se realizaron desde 17 hospitales distintos de la red pública. No aparecen algunos de los grandes centros de la región, como el Ramón y Cajal o el Gregorio Marañón; pero sí otros como el 12 de Octubre o La Paz. Este último es precisamente el que realizó un mayor número de derivaciones y con mayor coste: 784 procedimientos, valorados en 971.810,5 euros. Le siguen en la lista dos de los centros que vivieron una mayor saturación duranta aquellos días, como el Severo Ochoa de Leganés y el Infanta Leonor de Vallecas, en la capital. Ambos hicieron derivaciones por valor de 638.947,3 y 495.397,3 euros, respectivamente. 

Para estimar esos costes la Consejería de Sanidad ha utilizado la tabla de precios públicos por la prestación de servicios y actividades de naturaleza sanitaria y le ha aplicado el mencionado sobrecoste COVID. Desde los 20,4 euros por una sesión de kinesoterapia con un fisioterapeuta, a los 123,7 euros de una primera consulta.

El grueso de los traslados se produjo durante los meses más duros de la primera ola: marzo, abril y mayo; pero algunos hospitales siguieron enviando pacientes meses después. Es el caso del Universitario de Móstoles -el viejo, como se lo conoce coloquialmente para diferenciarlo del Rey Juan Carlos, el nuevo- que el 13 de julio envío todavía un paciente a la MD Anderson para una primera consulta. Otro ejemplo es el del Sureste, en Arganda del Rey, que ese mismo día envió a otro paciente para una resonancia con contraste. 

La Consejería de Sanidad ha seguido utilizando estas derivaciones, aunque de forma esporádica, a juzgar por lo que aseguran fuentes internas: “Actualmente solo se ha trasladado e intervenido a un paciente”, aseveran.