Contra el apagón informativo en inmigración

Las Palmas de Gran Canaria

La crisis migratoria de Canarias está suponiendo todo un desafío para nuestra sociedad.

Difiere de la anterior crisis de los cayucos en dos cuestiones claves. Una, que esta se produjo antes de la recesión económica de 2008, que causó la caída de los flujos ante la falta de expectativas para trabajar en España. Ahora sin embargo se ha producido en medio de otras dos crisis: la sanitaria y la socioeconómica. Y coge a los canarios más vulnerables que en 2006.

Tampoco el altavoz de las redes sociales y los bulos tenía entonces la fuerza y el recorrido de ahora para multiplicar los discursos xenófobos.

Pero hay otros factores sobre los que apenas se pone el acento. Como el alcance de la crisis diplomática que enfrente a Marruecos y España y que se disimula por la pandemia.

Y una opacidad informativa que está requiriendo un sobreesfuerzo de los medios de comunicación para contar lo que realmente ocurre y no lo que las autoridades quieren que contemos. Un error incomprensible en una democracia de siglo XXI y que a lo único que contribuye es a agravar aún más una situación ya explosiva.