A vueltas con las vacunas

Palencia

Buenos días oyentes de la CADENA SER.

Ya ha pasado más de un mes desde que se comenzó a vacunar contra la Covid-19 a los mayores que se encuentran en residencias y al personal que les atiende. Áureo López fue el que inició esta campaña en Palencia y la definió con unas sabias palabras: ¡esto es la leche!; hoy ya le podemos considerar, oficialmente, inmune a la enfermedad. ¡Enhorabuena!

Este hecho es un gran motivo de alegría, así como que esta semana o, a más tardar, la que viene, todas las personas de las residencias de mayores habrán recibido las dos dosis de la vacuna de Pfizer y estarán totalmente inmunizadas a finales de este mes.

Esto contrasta con el resto del proceso de vacunación que va, a mi entender, con mucho retraso. La mayor parte de la culpa la tiene la Comunidad Europea, ya que, en su afán de aglutinar a los estados miembros, con los meritorios fines de abaratar el coste de las vacunas y de conseguir un reparto equitativo, ha provocado un conflicto con las farmacéuticas que está retrasando toda la estrategia diseñada.

Tampoco se libra, siempre según mi criterio, el gobierno central. Se supone que es el que coordina todo el proceso y debe velar porque todos los españoles seamos tratados de igual manera en este tema. Creo que tendría que haber acordado con las comunidades unas directrices claras y homogéneas para todo el Estado. En esta situación no debería haber matices que permitan la interpretación por parte de un gobierno regional o de un equipo de vacunación concreto.

Por ejemplo, todavía no sabemos cuál va a ser el orden de vacunación de los siguientes grupos y creo que ha habido tiempo más que de sobra para definirlos y consensuarlos. La justificación es que no quieren que se sepa este orden para no dar lugar a falsas expectativas. Y yo me pregunto, ¿qué tipo de expectativas son esas? Si pudiesen aclarármelas a lo mejor opinaba lo mismo que ellos.

Esta situación está permitiendo que hayan aparecido los vacunojetas, un grupo de personas que, con la excusa de que se iba a desperdiciar la dosis, casualmente les han avisado para vacunarse o estaban allí para vigilar el proceso como cargo institucional, aunque no tengan ninguna responsabilidad en esta tarea. ¡Qué curioso!

Esto se habría podido evitar estableciendo una lista de reserva de posibles personas a vacunar que siguiese el orden conocido y preestablecido. Curiosamente, alguna comunidad autónoma así lo ha hecho y no ha tenido ningún caso de estos vacunojetas. Al menos, el resto de autonomías podían haber copiado esta acción y ahorrarnos este bochorno.

Lo que sí tengo claro es que las vacunas salvan vidas, pero no evitan contagios, por lo que las personas que hay que vacunar a continuación son las que corren más riesgo de no superar esta pandemia, es decir, las personas mayores y las que tienen patologías que pueden ver sensiblemente agravada su situación por el contagio. Posteriormente deberían estar todos los profesionales que realizan su actividad de cara al público, empezando por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, los bomberos y el personal de protección civil.

Otra cosa que han de tener en cuenta las comunidades autónomas es que hay que ser muy eficaz en esta segunda fase y hay que contar, a tiempo, con los equipos de personas necesarios y los espacios más grandes posibles. En el caso de Palencia, hacer algo parecido a lo del cribado masivo, pero en más zonas de la ciudad.

Muchas gracias por su atención y espero que muy pronto estemos todos inmunizados como lo está Áureo.