Sanidad indemniza con 81.000 euros a un paciente por un retraso diagnóstico

Valladolid

La Consejería de Sanidad ha emitido una resolución, en un asunto tramitado por la que indemniza con 81.363 euros a un paciente por las "gravísimas secuelas ocasionadas" a raíz de un retraso en una cirugía de descompresión de la médula.

Según ha informado la asociación El Defensor del Paciente, la persona afectada tenía 64 años en el momento de los hechos, junio de 2017, cuando ingresó en el Hospital Río Hortega de Valladolid para cirugía  programada de estenosis lumbar que  discurrió sin incidencias.

Pero apenas dos días más tarde, según se señala en un comunicado, el paciente acusó un "dolor agudo" en la pierna izquierda que no cedía con analgesia, y "sensación de acorchamiento en ambos pies".

Tal y como explican desde la asociación, la enfermera avisó al neurocirujano, quien indicó telefónicamente (sin acudir a explorar al paciente) que se le administraran analgésicos. En las horas posteriores, no tuvo control de micción y precisó de rescates analgésicos por dolor. No hubo exploración por parte del neurocirujano de guardia.

Por la mañana, el neurocirujano ordenó realizar una resonancia magnética, que provocó una "estenosis del canal con compresión del saco dural y de las raíces". En ese momento se "indicó" una cirugía urgente, que reveló un un hematoma intradural muy evolucionado.

Al día siguiente, el paciente presentó pérdida de sensibilidad y movilidad en las piernas y pérdida del control de esfínteres. Tras esta cirugía de urgencia, el paciente fue trasladado al hospital Benito Menni de Valladolid, para comenzar con rehabilitación neurológica, donde fue dado de alta tres meses más tarde con una sonda vesical por incontinencia urinaria y heces, e impotencia sexual. Ahora, camina únicamente apoyado en barras paralelas y trayectos cortos.

La Consejería de Sanidad, a partir del informe  de la Inspección Médica, reprocha que el neurocirujano de guardia no acudiera a explorar al paciente cuando fue avisado por la enfermera dado que según se explica, uno de los riesgos de una cirugía de liberación radicular, es la compresión por hematoma intradural. Riesgo que, además de ser conocido, requiere de una actuación inmediata para evitar lesiones al paciente.

Una descompresión realizada en las ocho primeras horas permite una recuperación sin secuelas. En este caso, la demora se cifra en once horas, desde la llamada de la enfermera hasta la realización de la cirugía. Este retraso en la realización de la cirugía es la causa de las lesiones neurológicas del paciente, quien hoy en día sigue con tratamiento de rehabilitación y uso de pañales por incontinencia.

No obstante, al haberse reconocido la negligente actuación del servicio médico,  la Consejería de Sanidad procede a reducir el montante indemnizatorio que había sido solicitado por éste al 30%. La resolución ha sido recurrida por el paciente, al entender que carece de justificación la reducción efectuada sobre la indemnización solicitada.